Personas comunes que hacen cosas extraordinarias para el bien de los demás. Empleados que ofrecen tiempo y energía y comparten sus capacidades para transformar las comunidades en las que viven. Aquí está el Programa de Voluntariado EDP.

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Desde niña, Rita siempre mostró voluntad de ayudar a los demás. Hasta que un día, en una fiesta familiar, su tía le preguntó si no quería entrar en los exploradores. "Escuché aquello y pensé que me encantaba prestar servicio a la comunidad y contribuir con un mundo mejor", recuerda la responsable del Voluntariado de EDP.

Rita Monteiro

Tenía seis años cuando comenzó a participar en las actividades del Agrupamento 71 Parede y, por sí mismos, el voluntariado y el servicio se combinaron. "El Escutismo se basa en el servicio y en la idea de que cada uno de nosotros hace la diferencia y, por esa razón, desde temprano nos ponemos en contacto con diferentes realidades y formamos parte de respuestas comunitarias".

Con 19 años, trabajó en un proyecto en residencias para la tercera edad en la zona de Parede. Durante un año, escuchó las historias, cantó, pintó e hizo compañía a los usuarios. Fue allí que conoció al Sr. Francisco, de 94 años de edad. Lo oyó hablar de su mujer, ya fallecida, de su historia de amor y de cómo pasaron la luna de miel en un tren entre Algarve y Lisboa. "Me marcó mucho. El servicio es también este encuentro de personas y generaciones", recuerda.

"Nunca había pensado en dirigir el programa, a pesar de estar tan vinculada a la causa. Acababa de llegar de Grecia. Todo fue en los momentos correctos"

Antes de llegar a EDP, lideró grupos de jóvenes, se capacitó y se convirtió en dirigente del Corpo Nacional de Escutas. Por eso, cuando se enteró que EDP tenía un proyecto de voluntariado, quiso participar inmediatamente. "Me recuerdo sintiendo una alegría y motivación por trabajar en una empresa que tenía este tipo de iniciativas", explica.

Comenzó con los proyectos de Junior Achievement Portugal y Parte de Nós Ambiente en la empresa. En mayo de 2015, cuando vio las primeras imágenes de la  crisis migratoria y de los miles de refugiados que llegaban en botes hinchables, solicitó un permiso sin vencimiento de un mes para ir como voluntaria a un centro de acogida de personas que solicitaban asilo y refugiados en Sicilia, Italia. "Fue una experiencia transformadora", comenta la empleada de EDP.

Meses después, fue invitada a reforzar una misión humanitaria en la isla de Lesbos, en Grecia, con un colega de la empresa, Tiago Marques, mediante la Plataforma de Apoio aos Refugiados (PAR), de la cual la Fundación EDP es miembro.

Cuando volvió, tenía aún más certeza y voluntad de trabajar para y por las personas. "Quería tener un mayor impacto en la vida de los demás", afirma. Hace cinco años estaba en la Dirección de Relaciones Institucionales  con Stakeholders en Lisboa y, en ese momento, apareció la invitación para ocupar el área de voluntariado en la organización. "Nunca había pensado en dirigir el programa, a pesar de estar tan vinculada a la causa. Acababa de llegar de Grecia. Todo fue en los momentos correctos", añade.

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En la pared de la oficina de EDP Gás, en Oporto, hay una frase: "Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos". Fue Ana Patrícia Veloso, la responsable de EDP Gás Distribuição, quien la colocó. "Sigo el lema del fundador de McDonald's y lo aplico en mi dirección", explica.

Ana Veloso

"La empresa me permite, en horas laborales, hacer lo que más me gusta y más me llena como persona"

Ayudar al vecino, al amigo, al conocido y al desconocido. Para Ana Patrícia Veloso, el verbo "ayudar" se conjuga en todos los tiempos. Comenzó a hacer voluntariado unos meses antes de unirse a EDP, en el año 2010. Ayudó  a recaudar fondos para la primera casa Ronald, del grupo McDonald's, en Oporto. Durante su tiempo libre, también era voluntaria en el Hospital de São João, en la ciudad invicta. El voluntariado ha acompañado toda su carrera profesional y en EDP no podía ser diferente.

Cuando entró en la empresa, Ana Patrícia se sintió como pez en el agua. "Siempre hice voluntariado. En EDP, con esta cultura tan fuerte, fue una oportunidad de oro. La empresa me permite, en horas laborales, hacer lo que más me gusta y más me llena como persona", cuenta.

Como voluntaria en EDP, pasó por el proyecto "Junior Achievement Portugal", que lleva a las escuelas programas que desarrollan el gusto por el emprendimiento, y además una iniciativa que llamaba a los jóvenes en edad escolar para que intervinieran en proyectos de solidaridad. Fue también coordinadora de una edición de Parte de Nós, una iniciativa de responsabilidad social del Grupo EDP.

Hoy en día, continúa como voluntaria en el Hospital de São João. "A través del banco de horas, logramos hacer acciones más esquematizadas y regulares en el hospital", explica. EDP creó una cartera de horas para utilizarlas en acciones de voluntariado. Esta cartera se gestiona a nivel departamental y reúne un promedio de 4 horas laborables por empleado.

Para Ana, "todas las experiencias son sorprendentes, cada una a su nivel. La parte del hospital de São João es la más gratificante a nivel emocional. Vinimos con el corazón lleno y es por ver y oír a los colegas de corazón lleno que es gratificante participar en estas acciones. Soy consciente de que lo que hago es muy poco, pero creo que ese poquito puede hacer la diferencia".

También logró movilizar la dirección de EDP Gás Distribuição para esta iniciativa. Ana y sus colegas realizan actividades de mayor dimensión con los niños hospitalizados en Oncología. "Pintamos el hospital y logramos la donación de un contenedor a través de un contratista que es nuestro proveedor", cuenta. Todas las Navidades, los empleados de EDP Gas entregan regalos a los niños hospitalizados y organizan una merienda.

"Nunca pensé que fuera posible adaptar mi profesión en un proyecto de voluntariado"

El voluntariado también forma parte del día a día de Jorge Mayer, quien trabaja desde hace 10 años con las personas sin hogar de Oporto, como voluntario en un equipo de calle y en la planificación de proyectos de apoyo a la empleabilidad.

"Nunca pensé que fuera posible adaptar mi profesión en un proyecto de voluntariado", cuenta aquel que fue gerente del programa de voluntariado durante 5 años. Hasta conocer el proyecto Kakuma, donde EDP se unió al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados para llevar energías renovables y soluciones ambientalmente sostenibles a un campo de refugiados en Kenia.

En 2009, Jorge Mayer fue invitado por la Fundación EDP para ser el gerente in situ del proyecto Kakuma. "Me di cuenta de que la empresa tenía muchas ganas de crecer en este área y la voluntad de hacer cosas muy buenas".

En el año 2010, fui enviado a Kakuma, en Kenia, donde estuve 15 meses in situ e integrado temporalmente en las Naciones Unidas. "Fue un proyecto notable en el área social, con respecto a los proyectos de EDP de los últimos años", recuerda. Cuando el proyecto terminó, a principios de 2011, la empresa lo invitó a dirigir el Programa de Voluntariado EDP, en el que estuvo hasta julio de 2016. "Ya había algunas prácticas y la empresa quería dar el salto, tener recursos dedicados y crear un programa lo mejor que se pudiese hacer", justifica.

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"Incluso en este contexto de crisis que vivimos, las empresas solamente pueden crecer en sociedades que también crecen y, por lo tanto, de alguna manera, todos estamos vinculados. Nuestra empresa no puede permanecer impávida frente a lo que sucede a nuestro alrededor, por el contrario. Tenemos profesionales de excelencia, tenemos muchos conocimientos técnicos que dominamos. Por lo tanto, nos corresponde estar atentos, abiertos e involucrarnos en la sociedad que nos rodea, en las comunidades en las que estamos. Ya sea en Portugal, en Río de Janeiro, en Bilbao o en Houston. Nos corresponde estar atentos e involucrarnos con la comunidad. Tenemos que ser una empresa abierta, pero también más humana y más involucrada en un mundo mejor. En el voluntariado todos ganan"

Jorge Mayer

Jorge no perdió tiempo y comenzó a planificar, estructurar y desarrollar estrategias, enfoques y herramientas de comunicación. En el mismo año, el Programa de voluntariado presentó el Parte de Nós y puso en marcha el proyecto de Voluntariado LEAN, que transmite metodologías para una gestión más eficaz de los recursos y procesos dentro de una empresa.

Vítor Cordeiro es uno de los grandes impulsores del Voluntariado LEAN. Hace voluntariado desde hace más de 20 años. En EDP, empezó en 2011, el año en que nació el voluntariado de capacidades en la empresa.

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"Es una forma de retribuirle a la sociedad una parte de lo que ella nos da", describe el director de EDP Produção, Vítor Cordeiro

En su tiempo libre, va a las escuelas y otras instituciones apoyadas por la empresa para fomentar la eficiencia de los procesos y estimular un uso más racional de los recursos. "Nuestros socios atribuyen a este apoyo un gran valor, no solo por las ganancias financieras, sino  sobre todo por los cambios de conductas y actitudes de las personas", explica.

El Agrupamento de Escolas da Abrigada, en Alenquer, fue la primera en abrir las puertas al proyecto LEAN. En poco tiempo, resultó ser un caso de éxito y se convirtió en un modelo de inspiración para otras escuelas, entes locales e instituciones, con el apoyo de voluntarios de EDP Produção, EDP Distribuição, EDP Soluções Comerciais e EDP Gás.

El proyecto creció tan rápido que los propios padres de los alumnos que han recibido formación, ahora están poniendo en práctica las metodologías LEAN en instituciones vecinas. "Es un proyecto muy bonito que ya anda solo. La gente se entusiasma al ver que logran tener las cosas más organizadas, funcionando mejor y, además de eso, ahorran dinero", dice Jorge Mayer.

Es la alegría de los demás, en la realización de los sueños, a través de pequeños gestos, que impulsa a Armando Almeida a participar en las actividades del Programa de Voluntariado EDP.

Es electricista voluntario en EDP Distribuição y estuvo en la formación piloto en la Bolsa de Verificadores.

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"Sabemos que estamos contribuyendo a una mejor gestión y, eventualmente, a aumentar el bienestar de los usuarios", afirma Armando. "Siempre hay alguien que nos necesita".

Armando Almeida

Para ayudar a reducir la factura del servicio eléctrico, Armando y sus colegas voluntarios reciben una breve capacitación para hacer miniauditorías que ayudan a las instituciones particulares de solidaridad social a reducir los costes de la factura del servicio eléctrico y, de esta manera, contar con más recursos para destinar a la acción social.

Una energia global

Seis años después del inicio del programa de voluntariado, el 20% de los empleados de EDP hacen voluntariado anualmente y han estado vinculando países y empresas. Una energía construida en 14 países hecha de compromiso, participación y responsabilidad. Pero por encima de todo, una energía capaz de marcar la diferencia.

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"Podemos ser mejores personas poniendo en práctica aquello que más humano tenemos: la mirada y la atención por el otro, el amor sobre la vida a la que todos tenemos derecho."

Ana Maria Schneider

EDP en Brasil

En São Paulo, tal como en las oficinas de Oporto, hay una placa con un texto de motivación. Esta vez, de Bertolt Brecht sobre el bien de por vida: "El Voluntariado es la unión de buenas voluntades en hacer el bien en la relación con el otro, que se encuentra en una posición de mayor vulnerabilidad", se lee en la cita. Una relación a través de la "entrega de talento, de tiempo y de conocimiento", cuenta Ana Maria Schneider, del Instituto EDP, una de las gerentes por el voluntariado de EDP Brasil.

Fue ella la que, en el año 2014, acepto el proyecto en tierras de Vera Cruz. A lo largo de su vida ha hecho varios trabajos como voluntaria, desde el cuidado de personas con discapacidad y acciones en favelas hasta atender familiares en situaciones de uso de drogas o violencia doméstica. Actualmente, Ana participa activamente en las actividades del Instituto EDP.

El proyecto "Desafio do Bem", en el que los equipos de trabajo eligen una organización social y con ella diseñan un proyecto para implementarlo, es uno de los principales en Brasil.

Consciente de la importancia de su papel, EDP también desarrolló un plan de apoyo en la favela al lado de la sede de São Paulo: fueron instalados diez ordenadores para que los voluntarios puedan impartir un curso de inclusión digital a los niños, jóvenes y personas mayores. "Son cerca de 1300 personas las que ayudamos en el Ciclo de Inclusão Digital Favela Coliseu, que ha acogido el trabajo de 16 voluntarios", explica Ana Maria.

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"Un voluntario es una persona a la que le gusta participar activamente en la sociedad y que da lo mejor de sí a aquellos que no tienen la misma suerte para hacer del mundo un lugar mejor."

Mayra Sanz

EDP Renováveis

Largas reuniones, palabras de incentivo, manos en la masa y brillo en los ojos. Esta es la descripción de la rutina de los últimos tiempos de Mayra Sanz, coordinadora del voluntariado de EDP Renováveis. Antes de entrar en la empresa, Mayra solo había colaborado como voluntaria en una organización no gubernamental que ayuda a los animales. "Es gracias a EDP Renováveis que he tenido la oportunidad de participar en acciones tan diferentes y de conocer realidades muy distintas".

El voluntariado es uno de los puntos fuertes del programa de Responsabilidad Social de EDP Renováveis. En España, el programa crece y apoya a diferentes sectores de la sociedad. Los empleados se dividen en acciones de carácter social para recaudar productos alimenticios para las familias necesitadas, desarrollan actividades relacionadas con el medio ambiente, como por ejemplo, la plantación de árboles y la limpieza de los ríos, o producen kits de emergencia para campos de refugiados en acciones de team building. Un trabajo que, paso a paso, arranca sonrisas y busca hacer un mundo mejor.

En octubre del año 2016, el Programa de Voluntariado del Grupo EDP incorporó las responsabilidades de la Dirección de Recursos Humanos. Ya con 6 años de existencia y cada vez más participantes, movilizó en 2016, 2446 de nuestras personas en todos los países, en colaboración con 407 entidades, un total de 15.639 horas de voluntariado llevadas a cabo durante las horas de trabajo.

El objetivo es ahora, cada vez más, mejorar las capacidades de los empleados al servicio de la sociedad, con mucha atención a los objetivos mundiales de desarrollo sostenible que se deben alcanzar en el año 2030. El programa invertirá cada vez más en las capacidades de las personas y en la vinculación al negocio y Rita Monteiro cree que los resultados serán positivos: "La EDP puede hacer una contribución importante al desafiar a los empleados a continuar participando en un programa que les concierne y que tiene el potencial de transformar nuestro mundo".

"Para una empresa como EDP, que opera en el sector energético, es importante desarrollar acciones en las comunidades donde estamos presentes". Y añade: "Un empleado que haga voluntariado a través de la empresa tiene la oportunidad de reunirse con quien más lo necesita, de marcar la diferencia y de experimentar la riqueza de reunirse con los demás".

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"Es uno de los proyectos más ambiciosos que hemos llevado a cabo, en el que más hemos puesto de nuestra parte y también en el que más hemos recibido a cambio".

Carmen Echevarria

EDP España

Muchos proyectos de voluntariado, mucha energía puesta en iniciativas que marcan la diferencia. En EDP España, los empleados también lo dan todo para conseguir cambiar el mundo poco a poco.

Carmen Echevarria trabaja en el Departamento de Recursos Humanos y se incorporó a la empresa en 1999. Su implicación en el programa de voluntariado comenzó con el proyecto Nyumbani en Nairobi. Hoy en día, en 2017, es la responsable del programa en EDP España.
Este proyecto permitió que se instalasen 220 paneles fotovoltaicos en Nyumbani (Nairobi) con el objetivo de proporcionar electricidad gratuita a 1000 niños huérfanos abandonados y recogidos en las calles de Nairobi. Conviven con 100 abuelos en una ecoaldea diseñada especialmente para ellos, la "Nyumbani Village".

Los empleados de España se movilizaron y consiguieron llevar una serie de conocimientos técnicos a la zona. Además, pudieron viajar varias veces a Nairobi para supervisarlo todo gracias a los fondos obtenidos de diversas iniciativas llenas de imaginación.

El programa de voluntariado de la empresa va más allá de lo mencionado anteriormente. También se llevan a cabo colaboraciones con Cruz Roja y Cáritas que permiten llegar a más personas con una mayor eficacia gracias a iniciativas como pueden ser la distribución de juguetes no agresivos y no sexistas a niños, la organización de celebraciones navideñas en barrios desfavorecidos o la organización de jornadas deportivas con fines solidarios.

Las campañas de donación de médula ósea también son frecuentes en la empresa y, en 2017, un empleado encontró un donante para su hija gracias a esta iniciativa.

El objetivo del Programa es ahora, cada vez más, mejorar las capacidades de los empleados al servicio de la sociedad, con mucha atención a los objetivos mundiales de desarrollo sostenible que se deben alcanzar en el año 2030. El programa invertirá cada vez más en las capacidades de las personas y en la vinculación al negocio y Rita Monteiro cree que los resultados serán positivos: "La EDP puede hacer una contribución importante al desafiar a los empleados a continuar participando en un programa que les concierne y que tiene el potencial de transformar nuestro mundo".

"Para una empresa como EDP, que opera en el sector energético, es importante desarrollar acciones en las comunidades donde estamos presentes". Y añade: "Un empleado que haga voluntariado a través de la empresa tiene la oportunidad de reunirse con quien más lo necesita, de marcar la diferencia y de experimentar la riqueza de reunirse con los demás".