La empresa EDP, poseedora de unos conocimientos técnicos específicos, fue la creadora de la primera universidad corporativa de Portugal, cuyo objetivo era compartir el conocimiento generado internamente con el fin de desarrollar competencias y garantizar la sostenibilidad de los negocios del grupo.

Ana Sanches era la directora del Departamento de Planificación de Energía cuando oyó hablar por primera vez de la Universidad EDP. «A mi equipo se le encomendó la creación de un curso de introducción al negocio de la energía», explica la colaboradora. Estábamos en 2009, las clases se impartían en la Escuela de Producción, y la Universidad EDP daba sus primeros pasos.

Desde el primer momento, Ana se dio cuenta de que este proyecto se alejaba mucho de la formación impartida por EDP hasta el momento. «Hasta ese momento, todo era por catálogo. Un empleado escogía lo que quería hacer, y luego se le convocaba a lo largo del año para llevarlo a cabo», explica Ana Sanches.

Además, se daba cuenta de que los trabajadores que iban incorporándose al Grupo EDP no conocían el sector. «Sabían, por ejemplo, que éramos una empresa que producía electricidad, pero no sabían cómo, ni lo que eso significaba», añade.

En uno de los módulos de formación, se encontró con Verónica Pinto, directora de Desarrollo y Gestión de Formación de la Universidad EDP, que le dijo que estaba buscando a gente para unirse a su equipo y crear otras escuelas. «Me preguntaron si me interesaba apuntarme al programa de movilidad interna y cambiar de área», recuerda. Se decidió a ir y fue seleccionada. «Fue un proyecto construido desde cero. Pensé que era una buena oportunidad, porque el proyecto estaba en su fase inicial y se estaban organizando los primeros cursos de la Escuela EDP» relata.

La idea era ofrecer un conocimiento transversal centrado en el negocio  que fuese útil para todos los empleados, tanto para los que estaban iniciando su carrera en EDP como para los que ya estaban trabajando en los equipos existentes.

"Fue todo un reto, porque implicaba plantearse cuál iba a ser el futuro de la organización, qué competencias necesitaríamos y dónde podríamos encontrarlas dentro de la empresa, ya que la mayoría de los docentes formaban parte de la misma», explica Ana Sanches.

El negocio de la energía, las finanzas empresariales, la gestión de proyectos o el pensamiento Lean fueron algunos de los temas tratados en la escuela. «Hicimos más accesible el lenguaje técnico. En el ámbito de la energía, por ejemplo, explicábamos lo que era un kilovatio y, en el área financiera, cómo se calculaba el EBITDA de una empresa», explica Ana.

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La universidad EDP es un vehículo esencial para difundir la estrategia del grupo, alinear a los empleados con los objetivos de la compañía, transmitir y retener los conocimientos, y fortalecer la cultura corporativa.»

Verónica Pinto

La Universidad EDP, creada en 2009, tiene como misión principal asegurar el desarrollo de los empleados y el intercambio de conocimientos dentro del Grupo EDP, de manera articulada con las orientaciones estratégicas establecidas. Hecha por y para los empleados del grupo, se ha convertido en una herramienta de integración del capital humano y en un aliado estratégico en el desarrollo y gestión de dicho capital en todos los negocios de la empresa.

La idea de crear una universidad corporativa surgió de la necesidad de retener el conocimiento existente en el Grupo EDP, fortalecer la cultura corporativa y desarrollar competencias críticas. El objetivo era transferir las estrategias de negocio al interior del sistema de desarrollo, reforzando el aprendizaje continuo y la gestión del conocimiento. También ha permitido la optimización de los recursos y una mayor conexión con las necesidades del negocio, estimulando el crecimiento sostenido.

Los empleados se vuelven cada vez más competentes y competitivos, más conocedores y participativos, más empeñados en el desarrollo de la cultura corporativa y más conscientes de su papel en la superación de los desafíos que enfrenta el grupo. De esta forma, ganan los empleados y también la empresa.

Todos los empleados pueden asistir a la Universidad EDP. Hay una escuela por cada área de negocio del grupo, cinco escuelas funcionales y dos escuelas transversales a todas las áreas de negocio, es decir, un total de siete escuelas.

Escuelas funcionales: Producción, Distribución, Comercial, Gestión de Energía y Renovables

Promueven el desarrollo de habilidades técnicas y la retención del conocimiento asociado a cada negocio a través de programas de formación estructurada. Garantizan el desarrollo profesional y la gestión del conocimiento de los empleados.

Escuelas Transversales: Escuela EDP y Escuela de Desarrollo de Directivos

La Escuela EDP fortalece el conocimiento de los fundamentos del negocio y de los temas transversales a la organización, reforzando la cultura corporativa y el intercambio de las mejores prácticas. La Escuela de Desarrollo de Directivos imparte un conjunto de programas estructurados que tienen como objetivo reforzar la capacidad de liderazgo y la gestión de los actuales y futuros lideres.

Para facilitar la gestión eficaz de la formación y el aprendizaje de acuerdo con el ritmo y la disponibilidad individual de cada empleado, la Universidad EDP también dispone de una plataforma que ayuda a gestionar la formación y ofrece formatos adicionales de aprendizaje, como el que se lleva a cabo a través de Internet, en el Campus Online.

"Es un lugar para las personas que llevan aquí cuarenta años y para aquellos que acaban de llegar."

En 2012, Ana asumió un nuevo reto: era necesario replantear la Escuela de Desarrollo de Directivos. El objetivo era fortalecer y alinear un conjunto de programas que trabajasen temas como el coaching o el autoconocimiento para aquellos empleados que estuvieran a punto de ejercer como líderes o para los que ya tuviesen responsabilidades a ese nivel. ¿Cómo preparar y desarrollar líderes para el futuro? ¿Cuáles son las previsiones respecto a las competencias que necesitarán tener las personas que trabajen en la organización?Estas fueron algunas de las cuestiones a resolver.

La Universidad EDP se convertía así, progresivamente, en un punto de encuentro entre conocimiento, negocios, personas y generaciones. "Es un lugar para las personas que llevan aquí cuarenta años y para aquellos que acaban de llegar. Es muy importante promover un contacto intergeneracional del que todos puedan aprender", explica Ana Sanches.

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"La universidad también tiene un papel de integración y su misión es garantizar que el conocimiento del que ya se dispone no desaparezca. Porque eso fue lo que yo sentí cuando empecé a enseñar en la universidad. Estamos creando la Escuela de Producción y Distribución porque, dentro de unos años, estas personas ya no estarán aquí. Y tienen mucho que enseñar. Estas personas, que han pasado la mayor parte de su vida en la empresa, tienen una enorme cantidad de conocimientos que aportar, conocimientos que son de gran valor para otras personas."

Ana Sanches

Fue también en 2012 cuando Rui Miguel Oliveira se enfrentó a un desafío, dirigir al equipo de embajadores del Programa Lean de EDP Distribución y volver al aula, esta vez como profesor de la Universidad EDP. "Me invitaron a impartir varios cursos de Lean en la escuela que era transversal para todas las empresas", relata el especialista y formador en esta filosofía de gestión empresarial.

"La velocidad de aprendizaje y las competencias que las personas adquieren en la Universidad EDP son increíbles", dice Rui, que en 2015 fue formador y responsable de planificación de la formación del proyecto PPM (Project Portfolio Management) de EDP Distribución. Fueron más de 10 000 horas de formación, 21 instructores y 520 alumnos.

"Cada una de las 16 sesiones que llevamos a cabo fue única. Aprendí mucho de cada una de ellas, porque las dinámicas de grupo y las experiencias de los participantes eran completamente diferentes", afirma. Al final de una sesión en Portalegre, cuando se les pidió feedback a los participantes, uno de los estudiantes, ejecutivo de la empresa, confesó que al principio no estaba muy convencido respecto al proyecto, pero que "en 23 años de trabajo, nunca había asistido a una formación tan interesante".

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"He tardado años en llegar a este nivel de conocimientos. Hoy, gracias a la Universidad EDP, los empleados de la empresa tienen acceso a información que les permite desempeñar mejor sus funciones."

Rui Oliveira

Reconhecimento

La Universidad EDP es actualmente la única universidad corporativa de Portugal con certificación nacional e internacional, posicionándose como una universidad corporativa de referencia en el mundo, fuente de inspiración para el crecimiento profesional de todos los empleados del Grupo EDP.

En 2015, EDP, a través de la Universidad EDP, obtuvo la certificación nacional concedida por la Dirección General de Empleo y de Relaciones Laborales (DGERT) en 16 áreas de educación y formación. En 2016, recibió la certificación internacional de la European Foundation 2016 for Management Development (EFMD), destacando por ser la primera universidad corporativa portuguesa en recibir una distinción de género. Además de estas certificaciones, el trabajo desarrollado por la Universidad EDP ha sido galardonado y reconocido en todo el mundo desde su creación.

En 2017, recibió por segunda vez el premio a "Mejor Universidad Corporativa - Cultura y Marca" por el Global Council of Corporate Universities (Global CCU), una prestigiosa asociación internacional de universidades corporativas, por haber conseguido reforzar la consistencia del trabajo desarrollado en todos los ámbitos y, en particular, en el fortalecimiento de su marca y en la difusión de la cultura EDP.

También fue considerada en 2017 por Human Resources Portugal como la mejor universidad corporativa de Portugal, en la ceremonia de los Premios Human Resources 2016.

Actualmente, Ana Sanches ocupa el cargo de Diversidad e Inclusión en la Dirección de Recursos Humanos Corporativos, pero sigue vinculada a la Universidad EDP.  "Imparto un curso sobre el sesgo inconsciente, que trata de que nos demos cuenta de que, a menudo, de manera inconsciente y automática, condicionamos nuestras decisiones por ideas preconcebidas o estereotipadas sobre las cosas. Si conseguimos ser conscientes de ello y mejorar en este proceso, notaremos la diferencia y conseguiremos que mejore la organización», explica la responsable. Le tiene mucho cariño al proyecto de la Universidad EDP. "Es como un bebé al que he visto nacer y al que quiero seguir protegiendo. Seguiré caminando a su lado siempre", afirma.