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La última plataforma de WindFloat ya está de camino a Viana do Castelo

Miércoles 27, Mayo 2020

Una plataforma de 30 metros de altura llegará a Viana do Castelo a finales de esta semana. Luego se conectará a las otras dos estructuras que forman el primer parque eólico marino flotante marítimo de Europa continental, el cual suministrará energía limpia a la red nacional.

El proyecto WindFloat Atlantic completa otra etapa decisiva hoy, en la mañana de este jueves 28 de mayo, con la salida de la tercera y última plataforma del puerto de Ferrol hacia la costa de Viana do Castelo. La torre eólica tardará tres días en llegar a su destino, a 20 kilómetros de la costa portuguesa, donde se está construyendo el primer parque eólico flotante marítimo de Europa continental.

La operación se completará cuando esta última plataforma se acople al sistema de amarre creado en esa zona del océano y se conecte a las estructuras ya existentes en el parque eólico marino. Las otras dos turbinas, instaladas en octubre y diciembre del año pasado, ya están operativas y conectadas a la red eléctrica nacional, para la cual producirán energía.

Cuando esté en funcionamiento, este parque eólico, que tiene una capacidad instalada de 25 MW, podrá generar suficiente energía para abastecer al equivalente a 60 000 familias al año. Su estructura, con una altura de 30 metros y una distancia de 50 metros entre cada columna colocada en las plataformas, tiene las turbinas eólicas más grandes del mundo instaladas en una superficie flotante, cada una de ellas con una capacidad de producción de 8,4 MW.

La construcción de las tres plataformas flotantes fue un trabajo en el que colaboraron ambos países ibéricos: dos de ellas salieron de los astilleros de Setúbal (Portugal), y la tercera de los astilleros de Avilés y Ferrol (España). El proyecto utiliza la innovadora tecnología WindFloat, que permite anclar las tres plataformas a una profundidad de 100 metros, lo cual minimiza el impacto ambiental y facilita el acceso a los recursos eólicos sin explotar las aguas profundas.

Esta tecnología tiene otras ventajas, como el hecho de que el montaje de las turbinas se haga en tierra, que no se necesite ningún buque de transporte específico para su remolque y que no dependan de complejas operaciones en alta mar asociadas a la instalación de estructuras fijas tradicionales. Todos estos factores contribuyen a reducir los riesgos y gastos asociados al ciclo de vida del proyecto.

Un proyecto marcado por la innovación

El proyecto está liderado por el consorcio Windplus, compuesto por EDP Renováveis (54,4 %), Engie (25 %), Repsol (19,4 %) y Principle Power Inc. (1,2 %). WindFloat Atlantic se basa en el exitoso prototipo WindFloat1, que estuvo en funcionamiento desde el 2011 hasta el 2016. El proyecto piloto de 2 MW produjo energía sin interrupciones durante cinco años y no sufrió ningún daño a pesar de las condiciones climatológicas extremas, que incluían olas de hasta 17 metros de altura y vientos de 60 nudos.

Esta iniciativa fue apoyada por instituciones públicas y privadas, y alentó a las empresas líderes en sus respectivos mercados a participar en el proyecto, que contó con el apoyo financiero del Gobierno portugués, la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones. Entre los socios del proyecto se incluyen Principle Power, la empresa conjunta entre Navantia y Windar, el Grupo A. Silva Matos, Bourbon, el proveedor de aerogeneradores MHI Vestas y el proveedor de cables dinámicos JDR Cables.

Windfloat Atlantic es un hito para el sector, ya que es el primer parque eólico flotante semisumergible del mundo. Debido a su innovación y al acceso a recursos energéticos en áreas marítimas muy extensas, este proyecto responde a importantes desafíos, como la transición a la energía limpia, la seguridad energética y el cambio climático, al tiempo que contribuye a la creación de empleo, al crecimiento económico y a las oportunidades de inversión sostenible.