Uno de los grandes retos del proyecto POCITYF es hacer que las ciudades históricas sean más sostenibles, accesibles e incluso competitivas, en relación con otras ciudades que no tienen la misma inclinación para la historia. "Es decir, el código postal no puede ser un condicionante para la sostenibilidad de las familias. Los ciudadanos de estas ciudades históricas también deben tener a su disposición un conjunto de herramientas que les permitan ser más ecológicos”, subraya José Campos Costa. Pero, ¿cómo se hará esto? A través de edificios y distritos energéticamente positivos (dotados de soluciones renovables que respeten el patrimonio histórico de la ciudad), sistemas inteligentes de gestión de energía y almacenamiento (que permitan aprovechar la flexibilidad de estos edificios), innovación social para poner al ciudadano en el papel de co-creador de tecnología (y no solo como alguien que la adoptará) y también soluciones de movilidad eléctrica y MaaS (Mobility as a Service, servicios de movilidad).

“Una de las soluciones que hemos planeado para POCITYF, e incluso entre las más innovadoras, es el mercado energético local, una herramienta que promueve la electrificación de la economía colaborativa. Aquí hay varios casos de uso: el más evidente de ellos es permitir que algunos edificios con exceso de energía verde la puedan vender a los vecinos, entre pares”, explica el responsable del área de Comunidades Energéticamente Positivas de EDP NEW.

Además del mercado local, que permitirá a los vecinos comprar y vender energía verde entre ellos, más accesible que la energía de la red, el proyecto también tendrá una moneda virtual, un token (ficha), que premia los comportamientos sostenibles de los residentes de Évora, de forma a realizar el cruce entre innovación tecnológica y social. “Básicamente, es un incentivo para que las personas sean recompensadas por su comportamiento sostenible, aunque no puedan tener paneles fotovoltaicos en sus techos”, dice José Campos Costa. Los usuarios de esta plataforma también podrán hacer donaciones de energía con el fin de aliviar a las comunidades que son más vulnerables energéticamente.

En la misma línea de acción, nos cuenta José Campos Costa, POCITYF también está trabajando en la creación de una granja solar comunitaria. “Esta granja solar comunitaria consistirá en una central fotovoltaica que se construirá en las afueras de la ciudad, para que los ciudadanos puedan disfrutar de la energía que allí se genera, casi como los accionistas de una empresa recibiendo sus dividendos. Gracias a esto, vamos a permitir que los residentes de Évora tengan una cartera virtual de energía, con el objetivo de reducir sus costos energéticos y reducir su huella de carbono”.

La idea es que esta solución se pueda ver como una comunidad de energía renovable, una solución personalizada para ciudadanos de áreas históricamente protegidas, cuya habitabilidad ha sido un desafío para los municipios. Además del potencial para replicar estas soluciones en otras ciudades de Portugal y otros países de Europa, un continente lleno de espacios urbanos protegidos, esta solución también actúa como un instrumento para atraer ciudadanos a estas áreas. “Así, a las tres 'D' (descarbonización, digitalización y descentralización) fundamentales para la transición energética, me atrevería a agregar aquí una 'P', de personalización".

"Todas estas soluciones descritas aquí centran esa misma transición en la persona. Ya sea como ciudadano, turista o consumidor. En un mundo cada vez más conectado, esta personalización se vuelve crucial, ya que el comportamiento de las personas comienza a caracterizarse por una mayor flexibilidad de hábitos, ya sea en el ámbito personal o profesional. Hoy en día, la gente empieza a exigir que las infraestructuras de las ciudades sean más flexibles, que los sistemas respondan con mayor rapidez y, si es necesario, de forma más personalizada. Dotar a las ciudades de esta inteligencia y flexibilidad democratiza la transición en sí y también brinda a las personas un sentimiento de pertenencia y una profunda implicación en este camino hacia un mundo más verde”, concluye José Campos Costa.