10 Oct 2022
13 min

En el trabajo y en tantos otros contextos de la vida social, estamos invitados a dejar las emociones en la puerta. La palabra racional es a menudo un cumplido y se señala como lo contrario de emocional que, a su vez, no siempre se usa de manera halagadora. Pero la ciencia demuestra lo contrario. En el libro "El error de Descartes", el neurocientífico António Damásio escribe: "no somos máquinas de pensar, somos máquinas de sentir que piensan".

Para Paulo Carvalho, facilitador del curso de seguridad psicológica de la Universidad EDP, podemos ir más allá para entender las emociones como algo estructural en la vida humana, y cita al economista conductual Dan Arieli: "él dice que tomamos decisiones emocionales y luego contamos una historia para justificarlas. Lo que creemos que es un pensamiento racional es en realidad una articulación racional de una elección emocional. Esto crea muchos problemas, porque si no somos conscientes de que hay emociones que afectan a nuestra decisión, tomamos malas decisiones".

Teniendo como referencia el Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, EDP promueve durante todo el mes de octubre un conjunto de iniciativas que pretenden fomentar el intercambio de herramientas y experiencias y ayudar a reflexionar sobre cómo cada uno puede contribuir a un lugar de trabajo realmente seguro, saludable y equilibrado.

Se trata de la campaña Mind Your Mind, que por tercer año consecutivo desmitifica y sensibiliza sobre la importancia de la salud mental. Es un mes para tomar conciencia de la importancia de las emociones en el bienestar humano, la adopción de comportamientos preventivos, un mes de reflexión que promete aportar beneficios durante todo el año. Como parte de la estrategia global de bienestar de EDP, el tema central de la campaña de este año es la seguridad psicológica en el trabajo.

La reflexión se lanza entre los empleados, porque cada uno construye la cultura del bienestar de EDP con sus experiencias personales, sin aciertos ni errores, como recoge el vídeo.

La salud mental es salud

Publicado en 2022, el Informe sobre la Salud Mental en el Mundo (informe de la OMS) destaca por qué y dónde es más necesario el cambio y cómo puede lograrse mejor. El Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dice: "La inversión en salud mental es una inversión en una vida y un futuro mejores para todos". Por estas razones, el lema del Día Mundial de la Salud Mental de este año es hacer del acceso a la salud mental y el bienestar una prioridad en todo el mundo. Para la OMS, esto es un derecho y significa mucho más que la ausencia de trastornos mentales.

Según la definición de la OMS: "La salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas lidiar con el estrés de la vida, darse cuenta de sus habilidades, aprender y trabajar bien, y contribuir a su comunidad. Es una faceta integral de la salud y el bienestar que sustenta nuestras habilidades individuales y colectivas para tomar decisiones, construir relaciones y dar forma al mundo en el que vivimos. La salud mental es un derecho humano básico. Y es crucial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico".

Contra todo el estigma creado tras siglos de atención solo a la salud física, visible y, por lo tanto, más fácil de tratar, la OMS declara que no existe separación entre la salud física y la salud mental: ambas son parte del bienestar humano. "Tenemos una tradición que ha sido desmitificada de que hay una realidad del cuerpo y hay una realidad de la mente. Esa separación no se corresponde con la realidad, se hace por conveniencia. Cuando hablamos de salud mental, hablamos de salud, punto final. Está comprobado que hay cuestiones que pensábamos que eran de naturaleza física que, en realidad, son inducidas por el pensamiento", dice Paulo Carvalho. 

Los pilares del bienestar

En materia de bienestar, conciencia es la palabra clave. Conciencia de un sistema emocional y cognitivo, de su importancia para la salud humana y conciencia de los signos reveladores de un desequilibrio. Paulo Carvalho identifica tres pilares fundamentales a los que prestar atención: la relación con los demás, la autoestima y la existencia de espacios para liberar al cerebro del mando.

En primer lugar, es importante "reconocer que somos seres sociales y emocionales". El sentimiento de soledad y aislamiento es preocupante; por otro lado, la autoestima funciona "como una especie de termómetro de nuestro bienestar emocional. La baja autoestima puede ser una señal preocupante, de ahí la importancia de estar en un ambiente que nos valore".

Un tercer pilar, muy motivado por la organización social actual, se trata de equilibrio entre las actividades de alto rendimiento, que exigen productividad y altos niveles de atención del cerebro (el trabajo) y otras "en las que el pensamiento no domina lo que sucede en nuestro sistema". Estas actividades se pueden encontrar en momentos como el deporte o el mindfulness.

Es desde la conciencia de lo que nos hace bien como individuos y la capacidad de explorar los signos de que algo está mal en nosotros que podemos construir una "salud mental colectiva".

Ir más allá de la relación transaccional

"En un contexto profesional, favorecemos una relación que es fundamentalmente transaccional", afirma Paulo Carvalho, refiriéndose a las relaciones entre dos personas que se definen por el interés en un intercambio: alguien interactúa con otro porque quiere algo suyo y viceversa. Sin embargo, no es este tipo de relación la que crea un ambiente emocionalmente positivo.

Es necesario comprender que no existe una separación real entre la vida personal y la profesional. "Esta separación es solo una ilusión, es un esfuerzo que es desafiante y que no es seguro desde el punto de vista psicológico. Si tengo una preocupación, la tendré todo el día.", explica Paulo Carvalho. Las emociones generan reacciones: la ira hace que algunas personas hablen alto, quieran discutir, aunque sea un sentimiento que no tenga nada que ver con la situación en la que le gritan a alguien, por ejemplo. Hacer estas emociones visibles es una forma saludable de entender y gestionar colectivamente las reacciones que pueden generar. Es la forma de hacer visibles a todas las personas.

El reto es que las situaciones que nos perjudican tienen que hacerse visibles para que podamos eliminarlas.

Hacer visibles los retos emocionales

Un ambiente de seguridad psicológica es aquel en el que un equipo es un espacio seguro para expresar problemas, dudas y emociones, para asumir riesgos y cometer errores, sin castigo ni humillación. Este concepto fue acuñado por Amy Edmondson, de la Universidad de Harvard, centrándose principalmente en los entornos organizacionales y con el objetivo de demostrar que la seguridad psicológica no solo mejora el bienestar de los empleados, sino que crea equipos más motivados y productivos, más creativos y con una verdadera pasión por los valores de la empresa.

Se puede establecer fácilmente un paralelismo con la seguridad física de los empleados, para lo cual las empresas y organizaciones crearon normas y reglas estrictas en el siglo pasado. Ahora bien, es fundamental no herir este lado invisible y sustancial del bienestar humano: la salud mental. "El reto es que las situaciones que nos duelen tengan que hacerse visibles para que podamos eliminarlas”, advierte Paulo Carvalho.

La conciencia, la reflexión y la verbalización vuelven a entrar en juego. Una de las prácticas recomendadas por Paulo Carvalho para la construcción de un ambiente psicológicamente seguro es lo que él llama Check In. Con esta práctica, al comienzo de una reunión o de una jornada de trabajo, por ejemplo, cada uno expresa su estado emocional, si algún acontecimiento antes de llegar ha provocado un cambio, para bien o para mal, en su estado de ánimo.

Con esto, todo el grupo puede gestionar los acontecimientos en función esa información, y el propio grupo se beneficia. "Mi capacidad de verbalizar me dio una válvula para respirar y gestionar la emoción, me di cuenta de dónde venía. Me da la oportunidad de comenzar a actuar no de manera estándar e irreflexiva, sino de una manera regulada por mí mismo", explica Paulo.

La seguridad psicológica es un poder colectivo

Esta y otras prácticas -como la práctica de la comunicación no violenta, las estructuras liberadoras o los comportamientos prosociales- necesitan la regularidad, la perseverancia de cada elemento para crear efectivamente una cultura. Los entornos de confianza sólo pueden lograrse con un esfuerzo colectivo y de forma consciente.

Es cierto que una posición jerárquica de poder tiene la capacidad, en ocasiones, de imprimir ciertos patrones de reacción en un equipo. "Hay patrones y dinámicas que tienen mucha más influencia cuando estás en la cima que cuando estás en la base. Si no soy consciente, como líder, de cuáles son mis conductas, de qué patrones producen y de los resultados que generan, seguiré generando esos mismos resultados, para bien o para mal". La construcción de un entorno de seguridad psicológica está, para Paulo Carvalho, íntimamente conectado a la percepción de cada una de sus propias fronteras y, por tanto, ese ambiente ideal no es solo responsabilidad de un jefe o superior jerárquico, sino de todos.

El papel de la ética

Para el formador de la Universidad EDP, "yo, como individuo, tengo que ser consciente de dónde están mis límites, tengo que entender por qué hay cosas que me afectan: dónde me afectan, cómo me afectan". Una relación sana con los demás procede, al fin y al cabo, de un profundo autoconocimiento, como dice la investigadora Brené Brown. Uno de sus estudios demuestra que las personas que mejor expresan la compasión son al mismo tiempo las que tienen un claro sentido de sus límites. Por lo tanto, pueden ponerse en situaciones en las que dan mucho de sí mismos, al tiempo que se protegen en primer lugar.

Estos límites están muy cerca de una idea de ética, es decir, de lo que uno puede o no puede hacer según sus valores, pero también de la capacidad de cada uno para decidir frente a un dilema, de activar valores para tomar una decisión. Para Paulo Carvalho, una vez más, el autoconocimiento es la clave: "si estamos libres de preocupaciones y centrados en nosotros mismos, tenemos un excelente barómetro ético. Sabemos lo que es correcto, aunque puede que no siempre sea fácil". 

Para Paulo Carvalho, poder verbalizar lo que nos afecta y qué valores conlleva es "un poder increíble". La autoconciencia es un camino hacia ese poder.

La salud mental está directamente vinculada a nuestro bienestar, ya sea físico o emocional, e influye en cómo afrontamos los retos, cómo superamos los obstáculos o incluso en cómo nos relacionamos y nos sentimos seguros para ser nosotros mismos en el trabajo.

Cuidar de nosotros mismos y de los que nos rodean, utilizar nuestra energía y nuestro corazón para impulsar un mañana mejor para todos, es esencial para preservar nuestra salud mental.

WorldMentalHealthDay