Nuestro futuro común

El mundo sigue lidiando con uno de sus desafíos más apremiantes y urgentes: la necesidad de una transición energética que permita a todas las naciones acceder a una energía limpia, asequible y fiable. La COP28 es una vez más una oportunidad para que todas las partes expongan sus mejores esfuerzos, propuestas y decisiones para apuntalar un futuro mejor.

Aunque estamos presenciando un aumento en la adopción de fuentes de energía renovables, es evidente que superaremos el umbral de 1,5 °C a menos que todos asuman un compromiso aún más decidido para lograr cero emisiones netas. Hay que acelerar aún más la transición energética. Es crucial que la COP28 refuerce la urgencia de abordar el cambio climático y envíe una señal clara de que, para acelerar el progreso, debemos dejar de depender de los combustibles fósiles.  

En EDP, seguiremos aunando fuerzas con empresas, Gobiernos y comunidades. Seguiremos implementando nuestro plan de inversión de 25 000 millones de euros hasta 2026, desarrollando soluciones punteras para las energías renovables, desde el tejado de un edificio hasta la cima de una montaña o la aridez de un desierto, y aprovechando todo el potencial de la energía solar, eólica e hidroeléctrica. Y continuaremos invirtiendo en nuestras redes energéticas, codo con codo con nuestros clientes, con el objetivo de ser totalmente ecológicos para 2030 y alcanzar las cero emisiones netas para 2040. 

Como participantes activos en la COP28, esperamos tomar parte en debates relevantes sobre el terreno (con líderes empresariales, formuladores de políticas y la comunidad climática) sobre qué hace falta para hacer avanzar en la transición energética. También demostraremos que las soluciones de transición energética existen, que son cada vez más accesibles y que pueden llegar incluso a las comunidades más remotas o a los sectores con un consumo más intensivo de energía. También abogamos por el compromiso de triplicar los objetivos de capacidad renovable a un mínimo de 11 000 GW para 2030.

En 2023, mientras las temperaturas en Arizona superaban los 43 ºC durante 31 días consecutivos, EDP suministró un proyecto solar de 23 MWp para beneficiar a 36 700 miembros de Mohave Electric Cooperative en la región. En medio del desierto, los conjuntos de 54 000 paneles solares combinados con una batería de 15 MW permiten acumular 4 horas de energía y reducir sustancialmente el uso de gas, compensando la emisión de 36 000 toneladas métricas de CO2 al año.

En la pequeña isla de Pulau Ubin, en el norte de Singapur —que hasta hace poco necesitaba 100 000 litros de gasóleo al año para alimentar la red eléctrica con generadores, la energía limpia procedente del sol satisface ahora el 95 % de las necesidades de consumo de la comunidad, gracias a un sistema de almacenamiento solar y de baterías instalado por EDP.

Ambos ejemplos, y muchos otros, ilustran cómo EDP está impulsando la transición energética a diferentes escalas, en los 29 mercados en los que ya operamos, con numerosos proyectos en energía solar distribuida, hibridación, hidrógeno verde y almacenamiento de energía, por no mencionar la creciente expansión de la energía eólica marina y solar flotante.

En nuestro camino, seguimos comprometidos con la promoción de la accesibilidad energética y una transición energética justa, al tiempo que protegemos la biodiversidad. Por este motivo, EDP ha sido reconocida una vez más como la compañía eléctrica más sostenible del mundo según las puntuaciones Corporate Sustainability Assessment (CSA) de S&P Global. Este reconocimiento, entre 256 empresas, refuerza nuestro liderazgo en el sector y reafirma nuestra convicción de que las buenas prácticas de sostenibilidad pueden ser una fuerza transformadora.

Elegimos la Tierra. Nuestro objetivo es un futuro brillante, justo y seguro para todos.

Miguel Stilwell d’Andrade, CEO