Según la Comisión Europea, alrededor del 11 % de la población de la Unión Europea, 54 millones de personas, vive en condiciones de pobreza energética. Reducir este valor es por lo tanto un desafío transversal y cuya resolución no debe conocer fronteras.

En España, los informes más recientes apuntan a mejoras en la erradicación de la pobreza energética en 2019; sin embargo, el 17 % de la población española sigue teniendo un gasto energético desproporcionado y el 8 % asume dificultades para mantener su vivienda a la temperatura adecuada.

Los vecinos suelen compartir perejil, una pizca de sal, un paquete de arroz o un cartón de leche para satisfacer necesidades de última hora porque los supermercados de la zona ya están todos cerrados. Ahora bien, ¿compartir energía?

Sí, es verdad. Así es la buena vecindad de un barrio de Zaragoza, España. Fue allí donde nació el Barrio Solar, un proyecto piloto de EDP, desarrollado en colaboración con EDP España y ECODES (ONG española que trabaja en el ámbito de la eficiencia energética), junto con el Ayuntamiento de Zaragoza. De esta alianza nació el proyecto para desarrollar la primera instalación colectiva de autoconsumo solar en España, que promoverá el uso compartido de energía renovable y solidaria y se replicará después en otras ciudades españolas.

Será a través de un concepto innovador de generación de energía distribuida, con la instalación fotovoltaica en la azotea de un edificio municipal, como el primer Barrio Solar suministrará a sus residentes y a las empresas locales energía renovable y más barata. Esta instalación contará con cerca de 300 paneles con una potencia instalada de 100 KWp, suficiente para producir 150.000 kWh al año, lo que permitirá una reducción de 40.000 kg de emisiones de CO₂ durante este período. Esto es lo mismo que decir que el impacto de la calidad del aire en este Barrio Solar será similar al generado por 3.000 árboles nuevos.

Con una inversión de 200 mil euros, la instalación de este servicio se iniciará en el verano de 2021, y se prevé que el próximo otoño los paneles estén en pleno funcionamiento. Los vecinos pueden aprovechar esta energía compartida sin tener que hacer

ningún tipo de inversión ni instalación en sus viviendas, siempre que se encuentren a menos de 500 metros del edificio municipal donde se instalarán los paneles. El servicio está disponible tanto para los clientes de EDP como para los clientes de otras empresas, mediante la contratación de un servicio con una cuota mensual, lo que resulta más ventajoso que tener que realizar la inversión inicial.

La participación en este Barrio Solar permite un ahorro del 30% en la factura de la luz de entre 150 y 200 hogares y pequeñas empresas. De estas familias beneficiarias, el 10% serán las familias más vulnerables que estarán exentas de pagar su cuota mensual.

“Además de este modelo de negocio, que es sostenible y más ventajoso para el cliente, también tenemos un enfoque solidario en esta acción. El Ayuntamiento de Zaragoza identifica a las familias necesitadas de la zona y estas familias podrán aprovechar la energía solar, de forma gratuita. La Fundación EDP España también fue llamada al proyecto para, una vez más, trabajar en la eficiencia energética de estos mismos clientes”, explica Vanda Martins, directora general de la Fundación EDP España. Es decir, la Fundación EDP España sumó a esta experiencia piloto su programa Energía Solidaria, que permitirá también realizar auditorías técnicas, certificados energéticos, inspecciones técnicas o la sustitución de equipos básicos, como leds, radiadores o calderas, en los hogares beneficiarios de la energía del Barrio Solar. También se creará un “Gabinete Barrio Solar” para desarrollar diversas iniciativas de sensibilización, educación y asesoramiento medioambiental y energético, que estará abierto a todos los vecinos.

“Es una lógica win-win. Por un lado, los clientes vulnerables disponen de energía solar gratuita y, por otro, cuentan con medidas de eficiencia energética para reducir su factura por la noche, cuando no hay producción de energía solar”, prosigue Vanda Martins. Aquí, el objetivo no solo está en ayudar, sino también en crear conciencia para cambiar los hábitos de consumo de energía.

Energía Solidaria: a la luz de la eficiencia y la sostenibilidad

Bairro Solar es solo uno de los proyectos más recientes a los que se ha sumado la Fundación EDP España, pero hay otros que conviene destacar en el ámbito social. En 2015, se pusieron en marcha dos grandes programas de responsabilidad social que, desde sus inicios, se han centrado en la eficiencia energética y en las energías renovables. Empecemos por el mencionado Solidaridad Energética, un proyecto en colaboración con organizaciones no gubernamentales (ONG), como Cáritas y Cruz Roja, en este caso concreto, y que busca promover la eficiencia energética y la sostenibilidad a través de diversas iniciativas, con la implicación de las diferentes áreas de negocio de EDP y de sus colaboradores voluntarios.

Su principal objetivo es incrementar la seguridad, el bienestar y la eficiencia energética de las familias más vulnerables, identificadas por Cáritas y Cruz Roja. “Luego, la Fundación EDP, en sinergia con el Programa de Voluntariado EDP y con los colaboradores voluntarios, presta servicios a los clientes, realiza una auditoría energética en los hogares de estas familias. A partir de esta auditoría se elabora un informe que dice cómo actuar en cada una de estas viviendas, a favor de la eficiencia energética, para una mayor seguridad y también un mayor confort. Si hay que sustituir las bombillas o los electrodomésticos por otros más eficientes, hacer una revisión del cuadro eléctrico, entre otras acciones”, explica Vanda Martins.

Junto a la puesta en marcha de este plan para mejorar la vida de las familias más vulnerables de Asturias, País Vasco, Madrid y otras regiones importantes para EDP, también hay una educación energética, una concienciación sobre eficiencia energética. “En este sentido, formamos a las familias y las propias ONG, les explicamos cómo cambiar hábitos de consumo, comportamientos y asesoramos sobre otras medidas de ahorro. Sin esto, no es posible cambiar los ahorros efectivos ”, explica Vanda Martins. Por ejemplo: “con el Banco de Alimentos de Asturias, la Fundación invirtió 17 mil euros y esta ONG consiguió una reducción de la factura energética del 60 % en el consumo. Este ahorro les permitió destinar la inversión a su actividad principal. En promedio, logramos una reducción del consumo del 80 % en electricidad y del 25 % en gas, lo cual es muy positivo”, concluye Vanda Martins.