18 Jun 2020
13 min

Mayor flexibilidad para un futuro eléctrico

Imagínese en una clase de yoga. Permanezca de pie y con las piernas bien estiradas. Levante los brazos hacia el techo con una larga inspiración por la nariz. Luego, exhale lentamente y flexione su cuerpo hacia adelante, sin doblar las piernas, hasta que los dedos de sus manos toquen sus pies. Repita hasta que escuche que su cuerpo supera los límites y verá que su flexibilidad aumenta cada vez más. Tanto es así que, tarde o temprano, podrá colocar fácilmente una pierna detrás de su espalda. Esta es una de las posturas más clásicas de yoga para aumentar la flexibilidad del cuerpo. Con persistencia y permanencia conseguirá posiciones nunca antes imaginadas.

Ahora transfiera este ejercicio a la energía de su hogar. Imagine que cuenta con un conjunto de soluciones renovables, como paneles solares fotovoltaicos, que garantizan que toda la electricidad consumida en su hogar sea 100 % renovable y más: siempre que la necesite. Esto se llama flexibilidad del sector energético o, comparativamente, el yoga de su hogar, para proporcionarle energía donde, cuando y en la cantidad que necesite.

En palabras de Pedro Neves Ferreira, director de la Unidad de Negocios de Gestión de Energía de EDP, "esta flexibilidad es una característica que será cada vez más necesaria en el sector energético, con la creciente inclusión de las energías renovables, principalmente eólica y solar, que tienen un crecimiento muy significativo".

 

Adiós combustibles fósiles, hola electrificación

Para comprender mejor el futuro del sector energético, Ana Quelhas, directora de planificación energética de EDP, da una ayuda. "Si hoy la electricidad representa aproximadamente 1/4 de la energía que consumimos, en el año 2050 este peso tendrá que ser de 2/3, lo que representa un cambio radical de la manera en que consumimos energía. En el transporte, la industria y los edificios, el camino a seguir es la electrificación, para contribuir a la eficiencia energética y la reducción de emisiones". Ambiciosa, pero cada vez más posible, esta frase marca la pauta para el profundo cambio que experimenta el sector energético, en el que la descarbonización está a la orden del día: lo que significa, por un lado, la despedida gradual de los combustibles fósiles y, por el otro, un uso creciente de alternativas sostenibles y la electrificación del consumo, desde hace algún tiempo con luz verde para circular por todo el mundo.

Ana Quelhas

"Si hoy la electricidad representa aproximadamente 1/4 de la energía que consumimos, en el año 2050 este peso tendrá que ser de 2/3, lo que representa un cambio radical de la manera en que consumimos energía. En el transporte, la industria y los edificios, el camino a seguir es la electrificación, para contribuir a la eficiencia energética y la reducción de emisiones", Ana Quelhas, directora de planificación energética de EDP.

La imprevisibilidad y volatilidad de las energías renovables

Aunque no controlamos el viento o el sol, dos importantes fuentes de energía renovable (eólica y solar fotovoltaica), la flexibilidad del sector, independientemente de esta volatilidad, comienza a dar pasos cada vez más largos en el panorama nacional e internacional. Pero, en primer lugar, ¿qué significa esta mayor flexibilidad?

Esta flexibilidad es la magia de la respuesta energética instantánea cuando la necesitamos, solo que, en este caso, solo con soluciones de energía renovable, en las cuales EDPR es líder mundial. Resulta que esta transición puede no ser tan flexible como parece. "Prescindiremos de las centrales térmicas y las reemplazaremos por centrales eólicas y solares, que son energías rebeldes y muy volátiles. Mientras que las centrales térmicas lograron igualar la producción al consumo por milisegundo, con una sincronización perfecta, las energías renovables, por ser incontrolables, no nos tranquilizan con esta sincronía", continúa Pedro Neves Ferreira. A pesar de esto, los números defienden cada vez más que la combinación de la producción de energía se ha ocupado indudablemente por las energías renovables, como se puede ver en la siguiente tabla.

Capacidade instalada e Produção de eletricidade
Capacidade instalada e Produção de eletricidade mb

António José Coutinho, director de EDP Comercial, explica, en otras palabras, la complejidad de esta transición: "La electricidad es un activo muy especial, casi mágico. Cuando nos conectamos a un enchufe o activamos un interruptor, hay una respuesta instantánea de energía. La producción va siempre detrás del consumo. Cuando cambiamos todo a energías renovables, no podemos saber hoy, a las dos de la tarde, si la producción de energía para mañana es suficiente y aquí es donde la flexibilidad entra automáticamente: el agua solo tiene que estar caliente cuando se necesita. Se hacen ajustes casi perfectos con el almacenamiento hídrico, pero no es suficiente. Necesitamos un conjunto de tecnologías, servicios y modelos de negocio que exploten la flexibilidad en el consumo. Y aquí la digitalización tiene un papel fundamental al permitir la gestión de esta flexibilidad y el desarrollo de los servicios que las empresas necesitan para responder a las necesidades de los clientes, en sintonía con el propio sistema".

 

De Portugal solo buenos vientos, con buen almacenamiento

Es a partir de esta unión, entre producción y demanda, donde nace la necesidad de una mayor flexibilidad. ¿Cómo? "Por un lado, con más redes europeas interconectadas, para que podamos difundir la volatilidad de las energías renovables a más regiones y países. Por otro lado, con el almacenamiento, las llamadas baterías, de modo que cuando falte la producción y haya consumo, podemos disponer de esta energía almacenada", revela Pedro Neves Ferreira. La directora de planificación energética de EDP, Ana Quelhas, añade que "Portugal está muy bien posicionado con el almacenamiento de la capacidad hídrica en los muchos embalses que tenemos, a través del bombeo, lo que permite que el excedente de energía fluya a donde se necesita".

En este contexto y ya totalmente establecido desde el año 2007, se encuentra el Mercado Ibérico de la Electricidad (MIBEL), que resultó de un proceso de cooperación entre Portugal y España, con el objetivo de promover la integración de los sistemas eléctricos de los dos países. Hoy y con los ojos puestos en el futuro, los dos países adoptan cada vez más las alternativas renovables.

 

Energías competitivas y socialmente responsables

Al centrarse en la reducción progresiva del uso de los combustibles fósiles, a medida que aumenta la carga de la generación renovable, el sector se enfrenta a desafíos muy complejos, como la redefinición del propio mercado. Cuantas más energías renovables tengamos en el sistema, mayor depresión habrá en los precios del mercado mayorista. Sin embargo, cuanto más bajos sean los precios del mercado, más difícil será remunerar la propia inversión. Si los fósiles (como el carbón y el gas) tienen un coste por la materia prima en sí, las fuentes renovables, aunque gratuitas, se asocian con el coste de la inversión inicial en tecnología e infraestructura de producción: "En cierto modo, esto tiene que ver con la manera en la que se diseñó el mercado mayorista, en el que tenemos diferentes precios cada hora (8760 por año), lo que fomenta una competencia horaria permanente, es decir, variable. Con este nuevo sistema, ya no habrá precios variables, solo será el coste de la inversión inicial y fijo. La naturaleza del coste ha cambiado, lo que requiere que se rediseñe esta forma de pensar del mercado", según Pedro Neves Ferreira.

Y aquí también el consumo es muy inflexible. "Pero será posible hacerlo un poco más flexible, especialmente los consumos asociados a alguna inercia térmica o de los coches eléctricos, lo que requiere una red muy inteligente y la digitalización cada vez más presente en nuestras vidas", concluye Pedro Neves Ferreira.

En palabras de Ana Quelhas, "para garantizar que, en todo momento, la oferta sea igual al consumo, debemos tener tecnologías muy innovadoras. Potenciar el sistema con esta flexibilidad, en la que destacan las centrales hidroeléctricas, las interconexiones con España y una gran innovación por parte de la oferta, se tendrá que complementar con otras tecnologías para poder responder a estos consumos al instante".

En resumen, la integración de las energías renovables de manera competitiva y socialmente responsable es la prioridad para un mundo verde a corto o medio plazo.

 

El papel activo de los ciudadanos

"La descarbonización implica electrificación, pero no olvidemos que la electricidad representa solo el 22 % de nuestro consumo total de energía. Se necesita electrificar el resto de la energía para una descarbonización total". António José Coutinho también asume que esta compleja transición energética empieza por los clientes: "El papel de los ciudadanos en este proceso será más activo, pero depende de las empresas tener la suficiente inteligencia para desarrollar soluciones que respondan a las necesidades de los clientes y sean fáciles de adoptar".

António José Coutinho

"El papel de los ciudadanos en este proceso será más activo, pero depende de las empresas tener la suficiente inteligencia para desarrollar soluciones que respondan a las necesidades de los clientes y sean fáciles de adoptar", António José Coutinho, director de EDP Comercial

Los clientes son parte de la solución

El problema es el coste inicial de estas soluciones sostenibles, que es elevado, aunque es una inversión con un rendimiento a medio plazo. "A menudo, los consumidores no hacen esta inversión inicial porque el período de retorno solo se consigue en un plazo de unos siete años, un período muy largo para la mayoría de los clientes. Pero debe quedar claro que, cuando electrificamos nuestro consumo de energía, nuestras necesidades de consumo disminuyen de tres a cuatro veces. Además del hecho de que las personas son cada vez más sensibles al tema de la sostenibilidad y depende de nosotros unirnos, a través de los negocios, la regulación y la presión de la propia sociedad, para que los clientes sean parte de la solución", analiza António José Coutinho.

Para esto, hay un diálogo muy cercano y abierto con el cliente. "Hacemos sesiones presenciales de cocreación con los clientes, que nos ayudan a reconocer el problema y a comprender cómo lo resolverían. Regresamos a una nueva sesión con estos mismos clientes donde presentamos las soluciones que desarrollamos basadas en las contribuciones de la primera sesión, iteramos y cerramos la solución. Después de tener la solución, basada en las contribuciones de los consumidores, comenzamos a probar el producto directamente en el mercado, incluso antes de desarrollarlo, y validamos si el mercado responde de manera positiva.

Así nacieron, por ejemplo, las "Soluciones de Movilidad Eléctrica" de EDP y la solución“https://www.edp.pt/particulares/servicos/casa-eletrica/”para el mercado en Portugal, a partir de una muestra de clientes que utilizaban el gas para calentar sus hogares, comer y bañarse. Encontramos, junto con los clientes, un servicio en el que instalamos alternativas sostenibles en los hogares de los consumidores, a través de un pago diluido que, a medio plazo, se paga solo", concluye António José Coutinho.

 

La movilidad es uno de los caminos hacia una mayor flexibilidad

Los coches eléctricos que circulan cada vez más en las carreteras son un buen ejemplo en esta ecuación. Cuando se compra un coche eléctrico, se deja de consumir energía exclusivamente fósil y se comienza a consumir, cada vez más, energía renovable. "Pero tenemos que ser más ambiciosos con el transporte. Primero, una mayor adhesión de particulares y empresas a los coches eléctricos. Después, también se necesita electrificar toda la red de transporte público. En Portugal, el Gobierno decidió electrificar, acertadamente, todo el ferrocarril y también los ferris que cruzan el Tajo, en Lisboa. Pero tenemos que añadir la flota de autobuses y no lo estamos haciendo. Ya circulan 450 000 autobuses eléctricos en China y solo circulan 2000 en Europa. Los propios municipios también deben ser más exigentes, con las flotas de empresas, por ejemplo. Tampoco hay razón para que los taxis no sean todos eléctricos. Tendrá que haber una mayor regulación gubernamental", según el director de EDP Comercial.

  

EDP = movilidad + flexibilidad

En este campo, EDP proporciona un conjunto de soluciones para que estas tecnologías se adopten cada vez más. "Lo que EDP hace para satisfacer la electrificación del consumo, la descentralización y la digitalización, es promover la movilidad eléctrica, de modo que, por ejemplo, las urbanizaciones y las viviendas puedan cargar los coches de sus residentes. El 90 % de las veces, la mayoría de los coches están parados y, en esos momentos, se pueden conectar a la red y, en pocos años, consumirán o drenarán la energía que necesiten o no", evalúa António José Coutinho. Y todo esto se hace digitalmente. "El sistema me puede decir si tengo demasiada energía para poder drenarla automáticamente en coches con poca batería. Todas estas tecnologías tienen un coste inicial mayor a expensas de un coste menor en el futuro", continúa el director de EDP Comercial.

 

Un compromiso asumido

"Portugal reafirma su firme compromiso de ser neutral en las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) para finales de la primera mitad del siglo". La frase es del Primer Ministro António Costa y aparece en el informe del Plan Nacional de Energía y Clima de 2030.

António José Coutinho responde que "EDP acepta y asume este compromiso, hacia la electrificación del consumo y con la garantía de continuar instalando energías renovables. Sin olvidar que EDP es el cuarto operador del mundo en energías renovables".

El grupo EDP ha asumido, durante más de una década, con más de 20 GW de capacidad renovable instalada, contribuyendo al 66 % de nuestra generación. La entrada en 2020 marca el comienzo de una década que será decisiva para lograr la neutralidad de carbono en 2050 y acelerar el profundo cambio de comportamiento que esto requiere. Reconociendo esta urgencia, EDP unido a otras empresas del sector para pedirle a la Unión Europea que establezca un objetivo para lograr la neutralidad de carbono hasta 2050 y para aumentar el objetivo de reducir las emisiones de GEI de 2030 al menos al 55 % (comparativamente a 1990).

¿Qué se hace bajo el lema "Energía Limpia"?

En este sentido, EDP ya ha seguido un camino exitoso en suelo nacional, con una mezcla de producción de energía que hace un total del 66 % de energías renovables: 45 % eólica, 21 % hidroeléctrica, 15 % de gas y 16 % de carbón. Pero Portugal, el quinto país del mundo que tiene más energías renovables en la combinación energética, no está solo en este camino, como se puede ver en el gráfico siguiente.

Actualmente, la estrategia de la AIE se desarrolla bajo el lema "Energía limpia", basada en la descarbonización del sector, en la eficiencia energética, en el desarrollo de tecnologías competitivas y eficientes centradas en las energías renovables para la producción de electricidad y calor, así como en el almacenamiento energía y redes eléctricas inteligentes. De acuerdo con esto y tras el Acuerdo de París, se definió como objetivo adoptar todas las medidas necesarias para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C a finales del siglo XXI y se desarrolló el programa voluntario "Misión Innovación", al que ya se unieron la mayoría de los países miembros, al igual que otras naciones.

Así, y para que el camino verde sea común, a finales del año 2018, todas las instituciones de la Unión Europea se comprometieron a luchar contra el cambio climático y por un futuro de energía limpia, con el objetivo de crear una Europa segura, competitiva y con bajas emisiones de carbono. Esta es una directiva publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea, a finales del año 2018, como "Paquete de Energía Limpia", con los objetivos establecidos para los años 2030 y 2050.

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Un líder llamado EDP con tres "D"

Este es el futuro que ya está en marcha y que EDP ha podido anticipar, manteniendo el liderazgo, con una revolución hecha en tres dimensiones: descarbonización, descentralización y digitalización, siendo el almacenamiento eficiente de energía la palabra clave que acompaña a este futuro.

La digitalización, que ha tenido fuertes implicaciones en todos los sectores y que ha creado profundas interrupciones en los modelos de negocio más tradicionales, es la pieza que unirá todos estos componentes, permitiendo una mayor eficiencia tanto en el lado de la oferta como en el de la demanda. Por lo tanto, nos dirigimos hacia un internet energético, donde todo estará conectado y a solo un clic de distancia.

Finalmente, dado que la energía está en el centro de todo, las elecciones se deben hacer colectivamente y la sociedad seguirá exigiendo transparencia total en la forma en la que se actúa. El sector energético desempeñará un papel cada vez más crucial en el desarrollo de una sociedad justa y equilibrada.