Y.E.S. | La energía que cambia el mundo

La transición energética ofrece una oportunidad única de construir una sociedad más equitativa proporcionando acceso universal a energías limpias y renovables, y EDP reconoce que incorporar las necesidades de las personas y del planeta a su estrategia empresarial crea valor sostenible para la propia empresa y sus grupos de interés.

La ambición de EDP es liderar la transición energética, contribuyendo a un futuro basado en una economía baja en carbono capaz de afrontar los retos del cambio climático. Siempre tenemos en cuenta las repercusiones en las comunidades locales para que los beneficios de la descarbonización de la economía se distribuyan de forma justa, garantizando que nadie se quede atrás. Cada año invertimos más de 30 millones de euros en más de 500 proyectos sociales en todo el mundo, relacionados con los ejes principales de EDP Y.E.S. You Empower Society: Comunidad, Cultura, Energía, Planeta y Habilidades. Conoce algunos testimonios de personas que se han beneficiado de estos proyectos y cómo han repercutido en sus vidas

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La inversión social es un pilar estratégico del Grupo EDP, que le permite establecer relaciones de confianza con las comunidades locales. Por este motivo, EDP trabaja para promover el desarrollo sostenible de estas comunidades a través de programas de responsabilidad social, basados en iniciativas propias, donaciones y voluntariado, que repercuten en más de tres millones de personas cada año.

La misión principal de EDP es desarrollar o apoyar proyectos que contribuyan a la Transición Energética Justa, es decir, apoyar el acceso a la energía, luchar contra la pobreza energética, ayudar a las comunidades afectadas por el cierre de centrales térmicas, proteger el patrimonio natural y la biodiversidad, promover la eficiencia energética y las energías renovables y proyectos que contribuyan a la descarbonización y la lucha contra el cambio climático.

Un ejemplo es el programa de Acceso a la Energía en África, donde hemos creado un fondo para apoyar proyectos de energía limpia en los ámbitos de la educación, la sanidad, el agua y la agricultura, las empresas y las comunidades, y donde también realizamos inversiones directas en empresas que promueven soluciones sostenibles para el acceso a la energía limpia en estos mercados. Otro ejemplo es la instalación de farolas con paneles solares y materiales comunes, que aportan más seguridad a las comunidades de Brasil.

EDP también lleva a cabo programas como Inclusión Energética y Solar Solidario en varios países para abordar el problema de la pobreza energética, con el objetivo de aportar más comodidad a las familias o comunidades con bajos ingresos. Las soluciones incluyen aislamiento térmico, sustitución de tejados, rectificación de conexiones eléctricas, sustitución de equipos o instalación de paneles solares para autoconsumo.

En 2021, EDP cerró la central eléctrica de carbón de Sines, en Portugal, de acuerdo con los compromisos de descarbonización de la empresa y de la economía nacional, y desde entonces se han desarrollado una serie de iniciativas para promover la reconversión económica y el empleo. EDP también desarrolla programas de formación para jóvenes y adultos en diversas geografías con el fin de promover el acceso a un trabajo digno, así como el apoyo a los emprendedores.

La cultura es también uno de los ámbitos de intervención de EDP, ya que puede ser una poderosa herramienta de inclusión social y desarrollo comunitario. EDP también apoya proyectos que responden a otras necesidades sociales de las comunidades locales, concretamente a través del Voluntariado (en 2022 alrededor del 30% de los empleados repartidos por todo el mundo participaron en estas iniciativas) y responde a emergencias humanitarias a escala mundial, como el conflicto militar en Ucrania, que movilizó recursos y equipos en varios países, poniendo en marcha diversas iniciativas de apoyo a las víctimas y los refugiados

Testimonios

 

Del escenario de la guerra a EDP

Ayudar al prójimo está en el ADN de la empresa. Como parte de su apoyo a los refugiados de la guerra de Ucrania, EDP ha contratado a Yuliia Prybytkova. Responder a situaciones críticas es uno de los pilares fundamentales de EDP YES - You Empower Society.

 

Yuliia estaba de vacaciones en la playa cuando recibió la noticia: ¡Rusia acababa de invadir Ucrania! Sus padres, que curiosamente estaban de vacaciones en Portugal, regresaron inmediatamente, sin saber entonces que este país se convertiría en el destino de su hija para escapar de la guerra.

No era la primera vez que esta familia (que incluye a otros dos hermanos mellizos de 21 años, uno de ellos soldado del ejército) se encontraba en esta situación: originarios de Donetsk, tuvieron que renunciar a una vida estable cuando, en 2014, esta ciudad, situada en el este de Ucrania, fue ocupada por los rusos, lo que les llevó a trasladarse a la capital, Kiev. Yuliia Prybytkova, licenciada en Derecho, ya tenía su propio piso y trabajaba como Business Trainer y Coach para una gran empresa Yuliia Prybytkova cuando el destino le jugó esa mala pasada

Recuerda el miedo que sintió en el refugio en los primeros días de la invasión y lo que le dijeron sus padres (con el toque de humor negro característico del pueblo ucraniano): "Al menos tendrás que escapar de aquí para continuar con nuestra familia". La huida fue como una película ambientada en la Segunda Guerra Mundial. Trenes llenos de gente intentando salir a toda costa, con una chica de 32 años, claustrofóbica además, intentando encontrar un asiento. Consiguió subir a un tren que transportaba a niños con necesidades especiales y llegó a Polonia sin conocer a nadie. Desde allí se puso en contacto con dos periodistas de CNN Portugal, para los que había hecho algunas traducciones. Uno de ellos se ofreció a acogerla en Lisboa.

Pasó tres meses en su casa, y luego se trasladó a Cascais, a una habitación en casa del otro periodista que conocía, donde vivió con sus cinco hijos pequeños. Desde el principio, Yuliia empleó todo el tiempo de que disponía en poner en orden sus documentos y enviar currículos a varias empresas. Recuerda que en esa época estaba tan desesperada que en cuanto conocía a alguien le preguntaba inmediatamente si tenía alguna oportunidad de trabajo. EDP fue una de las primeras en responder. Yuliia se sometió al proceso de selección y, un mes después, en mayo de 2022, se incorporó a la empresa. "Tuve mucha suerte de acabar aquí", reconoce. "Fueron muy abiertos desde la primera entrevista. Y cuando me contrataron, al final de la última entrevista, todos se estaban besando y abrazando, lo que para mí, que venía de una cultura como la ucraniana, fue muy bonito y extraño al mismo tiempo.

Ahora sé que es la manera portuguesa", dice riendo. "Aunque soy extranjera y no hablo portugués, aquí siento que se valoran mis ideas, que mis ocho años de experiencia en formación y coaching empresarial significan algo para la empresa", dice Yuliia. "EDP es una multinacional que intenta ser lo más abierta, diversa e integradora posible, que valora a las personas que aportan perspectivas diferentes".

En la actualidad, forma parte del equipo de la Universidad EDP, un área en la que considera que encaja bien y en la que siente que puede contribuir plenamente. "Me estoy adaptando muy bien a Portugal, me gusta la vida que tengo aquí, incluso he empezado a aprender portugués", dice. Pero confiesa: "Lo difícil es que amo el país donde nací. Estar lejos me ha llevado a perder esa fuerte conexión. Sigue siendo una lucha estar lejos de mi familia, pero he empezado a hacer amistades aquí, y ahora me siento muy cómoda y conectada. Pero sinceramente no sé qué pasará cuando acabe la guerra".

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Siempre dispuestos a ayudar

El Programa de Voluntariado de EDP organizó este año, por primera vez, una acción global, en la que participaron empleados de todo el mundo. Gabriel Tan fue uno de los participantes en Singapur.

 

En mayo de este año, EDP organizó su primera acción mundial de voluntariado, que reunió a voluntarios de Brasil, Portugal, España, Grecia, Italia, Polonia, Rumanía, Hungría, Reino Unido, Estados Unidos y, por primera vez, Singapur. El acto fue en beneficio de las organizaciones mundiales ‘Plant for the Planet’ (que lleva a cabo actividades de reforestación y diversas acciones climáticas) y ‘Make a Wish’ (que hace realidad los sueños de niños con enfermedades graves).

 

Gabriel Tan, Global Key Account de EDP Renováveis en APAC, fue uno de los 728 empleados que respondieron a la llamada y participaron en esta campaña de celebración del mes de la energía. "Para mí es gratificante poder participar en acciones que benefician a la comunidad", afirma. "Tenemos una vibrante cultura de voluntariado que encaja perfectamente con el trabajo de RSC (Responsabilidad Social Corporativa) que estamos haciendo con las comunidades. Estoy orgulloso de formar parte de estas iniciativas y creo que esto también formará parte de nuestra propuesta de valor a la hora de captar nuevos talentos en este competitivo mercado laboral".

Esta acción formaba parte de la Campaña de la Energía, y se llevó a cabo en distintas geografías y de diferentes formas, desde caminatas y carreras solidarias hasta limpiezas de playas. Para Gabriel fue una oportunidad única de conocer mejor a su equipo y a sus compañeros, en un ambiente distendido, lejos de su contexto laboral. "Fue importante y divertido poder hacer esto como empresa", afirma. En una experiencia anterior, el empleado de APAC fue voluntario en los Juegos Olímpicos Especiales durante un tiempo y las reflexiones y lecciones que aprendió le sirvieron de inspiración. "Una vez estaba corriendo con una atleta y una de sus zapatillas se salió, haciéndola tropezar y caer", recuerda.

"A pesar de la incomodidad, aguantó y siguió corriendo, completando su entrenamiento. Esto me dejó una profunda impresión de perseverancia en situaciones difíciles. Poder dar es una bendición, pero las lecciones aprendidas del voluntariado son el mejor retorno para mí".

 

Un vehículo para salvar vidas

Al principio no le gustaba la idea de tener un parque eólico en su comunidad. Pero ahora Grover Braden, en Estados Unidos, está agradecido a EDP por preocuparse por la población y por donar el vehículo con el que siempre habían soñado los bomberos locales.

 

"Todos en el departamento se quedaron atónitos cuando supieron la cantidad que EDP Renováveis había donado", recuerda Grover Braden (en la foto, tercero por la derecha), jefe del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Honey Creek, localidad cercana al parque eólico Meadow Lake, de 801 MW, propiedad de la empresa, el mayor del estado de Indiana y uno de los mayores de Estados Unidos. Grover se refiere a la donación que EDP ofreció para ayudar al cuerpo de bomberos local a comprar un nuevo camión, que permitirá a los voluntarios servir a la comunidad de forma más eficaz y segura. Los voluntarios tienen un presupuesto anual muy reducido y llevan ahorrando desde 1998 para el nuevo camión que acaba de llegar.

El vehículo incluye, por ejemplo, una carrocería de acero inoxidable en lugar de aluminio, y equipos de respiración montados bajo los asientos, una mejora significativa respecto a lo que había y que hará la vida mucho más fácil a quienes se dedican a salvar vidas. "Como jefe de bomberos, estoy muy agradecido y emocionado por la donación que hemos recibido. Nos ha permitido crear el camión que realmente necesitábamos", afirma Grover. Pero esta relación entre empresa y comunidad no empezó de la mejor manera. Cuando se empezó a construir el parque, Grover recuerda que no era precisamente un entusiasta de la idea. "No sabía nada de ellos", explica.

Desde entonces, ha asistido a varias reuniones y su opinión ha cambiado por completo. "EDP ha hecho un trabajo muy bueno cuidando de la comunidad y de sus parques. Cuando hay un problema, siempre están disponibles para resolverlo todo rápidamente. Sé que muchos de los agricultores de la zona tienen cosas muy buenas que decir del sitio". El jefe de bomberos señala otras mejoras: "Delante de mi tienda (Grover tiene una empresa de reparación de camiones pesados) había un camino de tierra, que ahora es una amplia carretera asfaltada gracias al parque eólico", dice.

Además, la empresa ha donado recientemente 50.000 dólares para crear un recinto para ferias. El vehículo se utilizará no solo para intervenir en incendios en viviendas y terrenos, sino también en otras situaciones graves como tornados o accidentes de carretera. El vehículo también será de gran ayuda para los cuerpos de bomberos de las ciudades vecinas. El cuerpo de bomberos local está formado por voluntarios entregados que dedican su tiempo y esfuerzo de forma admirable para garantizar la seguridad de su comunidad.

Eso es lo que llevó a Grover Braden a unirse a esta organización: "Cuando las cosas se ponen feas, nos levantamos, nos ponemos en marcha y hacemos todo lo posible por ayudar a la gente en sus momentos de necesidad".

 

 

Y.E.S. To Culture

Cambiar el mundo con el arte

Desde que se conocieron en la universidad de Arquitectura, Claudia, Marta y Diego soñaban con terminar la carrera y montar su propio estudio. El concurso ‘Arte Público’ de Fundación EDP en España les brindó una oportunidad de oro.

Cuando decidieron participar en el proyecto Arte Público de EDP, que se desarrolla en Portugal y España con el objetivo de llevar el arte y la transformación social a las comunidades locales, promovido con el apoyo del Ayuntamiento de Ribera de Arriba, Diego Catena Nieto, Claudia Gadea Milián y Marta Molins Laín estaban lejos de imaginar que el sueño de su vida se haría realidad tan pronto.

Desde su primer año de universidad, cuando se conocieron, los tres jóvenes habían imaginado trabajar juntos algún día en su propio estudio. Un plan que, según los estándares habituales, podría haberles llevado muchos años, pero que su victoria en el concurso Fundación EDP hizo posible al instante. Un total de 33 propuestas fueron presentadas por 59 estudiantes de 20 universidades para tres proyectos diferentes: la ampliación del Centro Social de La Viesca, la intervención urbana en el Barrio de la Llosa y la construcción de un centro cultural en Bueño. Estos jóvenes se presentaron al proyecto de creación de la Central Artística de Bueño y resultaron ganadores.

El proyecto fue elegido por el jurado y obtuvo un premio de 14.000 euros. "Lo primero que hicimos fue visitar el lugar para ver qué nos sugería el entorno", dice Marta. "Una de las cosas que más nos llamó la atención fueron las construcciones tradicionales representativas del campo asturiano (los hórreos, que antiguamente se utilizaban para secar el grano, y que están construidos sobre una serie de pilares). Nos gustó la idea de tener dos niveles visuales diferentes y eso es lo que intentamos recrear". "La comunidad siempre ha estado presente desde el primer minuto del proyecto", dice Diego, "y es importante que todos la cuiden para responder a sus necesidades".

"La gente tiene mucha curiosidad por ver cómo será el proyecto una vez terminadas las obras", añade Cláudia. "Es posible que a finales de año esté todo terminado, no solo la urbanización y el mobiliario, sino también los alrededores". Para los jóvenes arquitectos, trabajar en este proyecto fue "como dos años de formación, pero autodidacta", dice Cláudia Gadea Milián. "Fueron dos años muy intensos pero muy enriquecedores", que también nos sirvieron para aprender cómo funciona una empresa y cómo colaborar con otras organizaciones".

Marta Molins Laín está de acuerdo: "Fue un poco estresante, pero en el buen sentido, porque nos permitió aprender muchas cosas que solo se aprenden con un proyecto real. Fue una forma perfecta de acabar el curso". El mensaje de Diogo Catena Nieto a los futuros participantes es: "¡No dudéis en participar! Aprovechad esta iniciativa única en el sector, ya que hoy en día no hay muchas para jóvenes. Aprenderéis un montón". Para los tres jóvenes, fue como un "empujón a la piscina", que les obligó a asumir el riesgo de crear su propia empresa y llevar a cabo un proyecto de envergadura.

Como resume Diogo: "¡Nos cambió la vida!"

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Y.E.S. To Energy

Más sol en la vida de Vitalina

El programa Solar Solidario arrancó recientemente con la instalación de más de 300 paneles en Alto da Cova da Moura, uno de los barrios más desfavorecidos de Portugal. Vitalina Varela, inolvidable protagonista de una película que lleva su nombre, fue una de las beneficiarias.

 

Estaba limpiando el plató de la película de Pedro Costa "Cavalo Dinheiro" cuando el director portugués se dio cuenta del diamante en bruto que tenía allí. Vitalina Varela se convirtió entonces en la protagonista de su siguiente película, titulada con su propio nombre e inspirada en la vida de esta caboverdiana que, en 2013, cogió un avión para venir a Portugal tras la muerte de su marido.

Sin medios para regresar, Vitalina acabó viviendo en Alto da Cova da Moura, uno de los barrios más deprimidos de Lisboa. El mismo barrio donde EDP llevó recientemente la energía solar a 300 hogares mediante la instalación de paneles solares para autoconsumo, y ofreció como complemento un frigorífico eficiente. Vitalina cuenta que vio un trozo de papel en el suelo de su casa y fue a ver a su vecina para averiguar qué era. Para su sorpresa, era un folleto de EDP que ofrecía instalar paneles solares a los vecinos que cumplieran una serie de condiciones. Vitalina entregó la documentación solicitada y dice que la instalación fue rápida.

Orgullosa de los nuevos paneles solares en el tejado de su casa, donde hace solo unos años todavía entraba agua cada vez que llovía, dice que ahora se siente más cerca de su familia, que vive en Cabo Verde en un lugar muy aislado y solo tiene acceso a la energía a través de paneles solares. Al posar para una foto, se siente agradecida por la diferencia de calidad de vida que le aportarán sus nuevos paneles. La protagonista de "Vitalina Varela" ha vivido una vida muy dura desde que llegó a Portugal, con todo tipo de privaciones. Esperó casi cuarenta años a que su marido la fuera a buscar a la isla de Santiago, en Cabo Verde, y acabó viniendo a Portugal por las peores razones, tres días después del entierro de su marido. "Pasé muchas penurias", lamenta, recordando cuando se despertaba con la casa inundada y la cama mojada.

Pedro Costa pensó que su vida daría para una película y la contrató para revelar su relato al mundo. "Vitalina Varela", una película que cuenta la historia de mujeres que se quedan cuando sus hombres emigran a causa de la pobreza, se estrenó en 2019 en el Festival de Cine de Locarno (Suiza) y le valió al director el Leopardo de Oro y a Vitalina Varela el Leopardo de Plata por su interpretación. Desde entonces, ha ganado más premios en todo el mundo y se ha convertido en la película portuguesa más alabada de la historia. Vitalina, que desde entonces se ha incorporado a una producción teatral en Lisboa, espera la oportunidad de volver al cine. "Fue una experiencia inolvidable. Trabajé muy duro, pero lo hice todo con mucha fuerza, coraje y amor", dice en su dialecto que mezcla criollo y portugués.

El proyecto del barrio de Alto da Cova da Moura es solo un ejemplo de lo que pretende Solar Solidario. Creado con la ambición de contribuir activamente a una transición energética justa y a la mejora de la calidad de vida de las comunidades, especialmente de las más necesitadas, este programa ya está evaluando nuevas intervenciones en más zonas de Portugal, España y Brasil.

 

Una revolución en la favela

Antes del proyecto conjunto entre EDP y la ONG Litro de Luz, entrar de noche en la Favela dos Sonhos, en Brasil, era una auténtica pesadilla. Carliane y Pauliana nos cuentan cómo la vida de cientos de familias se ha vuelto más luminosa

 

Imagina lo que es vivir en un lugar oscuro, donde la gente tiene miedo de volver a sus casas por la noche, donde los niños no juegan, donde los perros pueden atacar, donde te puedes caer en un agujero o resbalar en el barro, y donde los taxistas y los conductores de Uber o los repartidores de comida ni siquiera se atreven a ir. Así es la Favela dos Sonhos, en Ferraz de Vasconcellos, São Paulo. O mejor dicho, lo era, hasta que EDP y la ONG Litro de Luz cambiaron la vida de cientos de familias.

La base de este proyecto son soluciones creativas y tecnología de bajo coste con materiales sencillos para crear farolas que funcionan con energía solar. Las farolas están hechas de tubos de PVC, equipadas con un panel solar, una batería, una bombilla LED y una botella de plástico, lo que las hace asequibles y replicables en diversas regiones. "Participé en el montaje y la instalación de las farolas, que han aportado dignidad, seguridad y calidad de vida a la favela", dice Carliane, de 33 años, que comparte orgullosa su casa con otras cuatro personas desde hace cinco años, cuando la favela aún se llamaba Boca do Sapo.

"Nosotros también ayudamos a instalar las farolas", dice Pauliana, de 26 años, que vive allí desde hace cuatro años con otras seis personas en su casa. "Fue muy gratificante ver a la gente feliz porque la calle ahora está más iluminada. La luz aporta mucha seguridad. Hoy es mucho más seguro para mis hijos, cuando vuelven de la escuela, llegar a la favela y ver que hay luz. ¡Estoy muy agradecida!". Pero como ya hemos dicho, no siempre fue así. "Cuando me mudé aquí, no tenía contacto con los vecinos, llegaba a casa del trabajo y solo salía al día siguiente para ir a trabajar. Cuando salía por la noche, a veces prefería volver por la mañana. Estaba muy oscuro", recuerda Carliane. "Además de la oscuridad, estaba el peligro de los perros. Un vecino incluso tuvo que ir al hospital porque un perro le desgarró una pierna".

Hasta que llegó la electricidad a la favela, todos tenían el llamado "gato", una conexión irregular en la que bastaba que lloviera para dejarlos sin luz, con barro por todas partes, sin saber por dónde iban y con todos los peligros que acechan en la oscuridad. "EDP ha traído mucha seguridad a la favela, sobre todo contra los incendios", dice Carliane. "Hoy las instalaciones están bien hechas, podemos dormir tranquilas... porque antes, tal y como se hacían los “gatos”, había mucho miedo de que se incendiara todo". "Tenemos aquí a los embajadores de Litro de Luz, y el reto de mantener las farolas en funcionamiento y atender los callejones que aún están a oscuras. Y EDP ha traído iluminación e instalación, lo que también ha ayudado mucho a la relación entre vecinos", dice Pauliana.

"Antes había mucho riesgo de incendio, a veces el cableado defectuoso quemaba una casa. Ahora ya no. También ha mejorado mucho la movilidad en la comunidad. Ahora incluso hay gente que hace entregas aquí”, explica. Además de la asociación con Litro de Luz, EDP realiza otras actividades directamente con la comunidad, desde el trabajo en la estructura eléctrica de las casas de la favela para combatir la pobreza energética, el apoyo a la educación pública, la generación de trabajo e ingresos, con vistas a la dignidad y la mejora de la calidad de vida de sus residentes

 

Un hogar más feliz y eficiente

Vicência Silvério, de 86 años, es una de las beneficiarias del proyecto de inclusión energética de EDP en Portugal, que transforma la vida de quienes viven en casas antiguas sin condiciones de seguridad ni eficiencia energética. Este proyecto también se lleva a cabo en España y Brasil.

 

La Associação Mais Proximidade (AMP) solicitó el proyecto de Inclusión Energética de EDP en Portugal con el objetivo de mejorar la calidad de vida en los hogares de algunos de los beneficiarios a los que apoya. En casas antiguas donde la pobreza energética es evidente, este proyecto ha conseguido transformar vidas ofreciendo soluciones de ahorro y eficiencia energética a familias y personas con bajos ingresos. Doña Vicência, de 86 años, que ha estado acompañada por AMP durante nueve años, es testimonio del éxito de esta asociación.

"En dos días, mi casa era mucho más segura", afirma. Sustituir un calentador de agua y una bombona de gas, que estaban en un cuarto de baño interior sin ventilación, por un termo eléctrico y una cocina eléctrica puede parecer sencillo, pero es un paso crucial hacia la seguridad. Según Patrícia Silva, gerontóloga de AMP y gestora de esta iniciativa, ha sido posible garantizar un mayor confort y calidad de vida a las personas mayores en sus hogares y "también hemos podido sustituir el antiguo frigorífico de Doña Vicência por uno más eficiente, y todo el sistema eléctrico ha sido revisado y ajustado a las condiciones de esta beneficiaria".

La residente en el corazón del barrio de Mouraria desde hace más de seis décadas no podía estar más contenta con la intervención: "Ya no tengo cables desperdigados por la casa, ahora tengo interruptores colocados a mi altura y varios enchufes eléctricos que antes no tenía". Este es solo el testimonio de una de las beneficiarias a las que la Associação Mais Proximidade ha llevado este proyecto de EDP. "Aún nos quedan cuatro casas más en las que trabajar", añade Patrícia Silva.

Para Beatriz Roque, psicóloga que visita a Doña Vicência, ha sido un verdadero privilegio tener contacto con los beneficiarios. "Cada momento es único y creo que la Asociación hace que el mundo sea un poco mejor cada día, sonrisa a sonrisa. Sentarme con cada persona y conocer un poco su historia y su identidad me hace realmente feliz”.

 

De auxiliar de limpieza a gestora de clientes

La inspiradora historia de Otília Nhatumbo en Mozambique es un poderoso recordatorio de que con determinación, dedicación y una empresa que crea en el potencial de un empleado, el éxito no tiene límites.

 

Fue como ayudante de limpieza en SolarWorks!, una de las empresas en las que EDP ha invertido en África, que vende soluciones descentralizadas de energía solar para hogares y empresas en Mozambique y Malawi, cuando Otília Nhatumbo dio los primeros pasos de su carrera. Tenía 21 años y nunca había trabajado. Pero incluso sin experiencia, la joven aprovechó la oportunidad como punto de partida para construir el resto de la historia de su vida.

Con espíritu guerrero, Otília aprovechó todas las oportunidades que SolarWorks! le ofreció. "Me dieron la oportunidad de trabajar en la tienda como dependienta, y al cabo de un tiempo solicité un puesto en la línea de atención al cliente", recuerda. Fue entonces cuando su ambición empezó a cobrar mayores proporciones: al poco tiempo, se encontró dirigiendo un equipo. "Era un equipo pequeño, pero hoy ha crecido. Ahora tenemos una media de 30 personas", afirma.

Hoy, Otília desempeña un papel que va mucho más allá del de supervisora en la línea de atención al cliente; es la directora de esta línea, que abarca tres áreas clave: atención al cliente, cobros y servicio de asistencia. Hace ya seis años que empezó a trabajar en SolarWorks! y su trayectoria es una verdadera fuente de inspiración. SolarWorks! tiene su sede en Matola (Mozambique) y varias tiendas por todo el país. Cuando visita las tiendas, sus compañeros le piden consejo sobre cómo alcanzar sus objetivos. Otília transmite el mensaje de que creer en uno mismo, en lo que haces y en el futuro que quieres es lo más importante para labrarse una carrera de éxito: "Lo importante es centrarse en lo que quieres ser, dónde quieres estar el día de mañana".

En la línea de atención al cliente, Otília tiene empleados con historias similares a la suya. "También empezaron como auxiliares de limpieza y, gracias a las oportunidades que les brinda SolarWorks!, se han convertido en los mejores agentes y empleados de mi departamento". SolarWorks! desempeña un papel clave en el crecimiento profesional de muchas personas en Mozambique.

"A diferencia de muchas empresas, SolarWorks! no se basa únicamente en la experiencia previa, sino que ofrece oportunidades a todas las personas, independientemente de su género, edad o procedencia. Es una empresa que cree en el potencial y la capacidad de crecimiento de cada individuo", elogia.

 

El guardia que se reinventó como zapatero

Gracias a un proyecto apoyado por el Fondo A2E de EDP, Bigirimana Emmanuel ha conseguido reconstruir su vida en Ruanda fabricando zapatos nuevos más asequibles para los refugiados.

 

Esta es una historia de superación, en la que la energía ha desempeñado un papel crucial. En busca de mejores condiciones de vida, Bigirimana Emmanuel, guardia de seguridad, huyó de los conflictos políticos del país más pobre del mundo, Burundi, y acabó en el campo de refugiados de Mahama, en el este de Ruanda, en 2016.

Cuando llegó allí, no pudo encontrar trabajo ni ninguna otra ocupación. Pero ni siquiera eso le hizo rendirse. "Uno de mis vecinos era zapatero y se mudaba a Kigali para conseguir una nueva ocupación. Me di cuenta de que podía aprender y hacer el mismo trabajo que él. Empecé a aprender en 2018 y a los tres meses ya reparaba zapatos con un buen nivel", recuerda. A pesar de todos los obstáculos (no tener suficiente capital para empezar a comprar sus propias materias primas para hacer zapatos nuevos y la falta de electricidad en el campamento), Bigirimana persistió.

Empezó a viajar a las comunidades de acogida donde había electricidad, pero la realidad era que dedicar tiempo a viajar de su taller a la otra comunidad para reparar pequeños trabajos que necesitaban electricidad no era rentable. La solución surgió cuando llegó la electricidad a través de OffGridBox, un proyecto apoyado por el Fondo A2E ("Access to Energy") de EDP: "Me di cuenta de que era una buena oportunidad”. “Me acerqué a ellos y no dudaron en permitirme empezar a trabajar en la "box", que está cerca del mayor mercado del campo de refugiados. Era una oportunidad que me situaba más cerca de los clientes y no tenía que perder tiempo desplazándome a la comunidad de acogida".

La OffGridBox consiste en una unidad móvil y modular que suministra energía solar (a través de paneles solares que se instalan en la parte superior) y agua potable (cuando se integran sistemas de purificación de agua). Esta OffGridBox se conecta directamente a los comercios cercanos para suministrar energía, pero también sirve para la carga ordinaria de teléfonos móviles y el alquiler de kits solares (compuestos por lámparas + batería). En Ruanda se han instalado seis OffGridBox en cuatro campos de refugiados y una comunidad de acogida, lo que ha permitido conectar 12 empresas locales a la energía, distribuir 900 kits solares y realizar unas 10.000 recargas de móviles al mes.

Ahora, unos dos años desde que empezó a trabajar con OffGridBox, Bigirimana Emmanuel ha empezado a fabricar zapatos nuevos mucho más asequibles para los refugiados, ya que el coste de fabricación de los zapatos ha bajado: "Antes de empezar a trabajar con este sistema tenía un capital de 180.000 rwf (francos ruandeses) [~160€], ahora tengo 450.000 rwf [~400€], porque los zapatos nuevos dan muchos beneficios". El guardia de Burundi que se reinventó como zapatero en Mahama ahora solo desea que la electricidad siga transformando vidas.

 

Y.E.S. To Planet

Respetar a la gente del bosque

Implicar a las poblaciones locales y compensar los ecosistemas naturales son algunas de las prioridades siempre que EDP pone en marcha un nuevo proyecto. Los wayús de Colombia elogian la forma en que se les incluyó en el proceso.

 

Es la primera vez que nos visitan y nos explican un proyecto de esta envergadura", dice, visiblemente satisfecho, Celestino García Uriana, profesor jubilado que trabaja en agricultura y pastoreo. Líder comunitario, Celestino es un wayú que lleva más de tres décadas conviviendo, por vínculo matrimonial, con los pausayus del territorio de Isijo'u. Una comunidad que vive en una de las zonas del Parque Nacional Natural de Macuira, donde EDPR llevará a cabo la compensación medioambiental necesaria para la construcción de los parques eólicos Alpha (212 MW) y Beta (280 MW).

Habitada ancestralmente por comunidades de la etnia wayú y que alberga vestigios de bosque seco tropical, esta zona es un ecosistema estratégico de gran importancia para Colombia por su alto grado de intervención. Durante la construcción de estos proyectos, en un área de 2.230 hectáreas, se producirán impactos sobre los ecosistemas naturales, que deberán ser compensados con áreas de condiciones ambientales equivalentes. EDP organizó un acto especial para implicar a las familias locales y explicar, sobre todo a los niños, el plan de compensación medioambiental para esta zona.

"Estoy muy contento con este proyecto", declaró Celestino. "Estoy muy agradecido por la oportunidad que se nos ha dado de formar parte de esta iniciativa, que ha encantado a los niños y a sus padres". A través de diversas actividades lúdicas y la entrega de kits de aseo personal biodegradables, la empresa animó a la comunidad a participar en este plan, que consistirá en acciones de conservación de ecosistemas naturales, restauración ecológica de ecosistemas degradados y uso sostenible de la biodiversidad, de acuerdo con las políticas de Parques Nacionales Naturales de Colombia y con la participación de la comunidad étnica wayú.

Esto permitirá preservar y mantener en el tiempo seis servicios ecosistémicos fundamentales en La Guajira, a saber: hábitats para flora, fauna, microbiota y comunidades; captura de gases de efecto invernadero; suministro de bienes y recursos naturales; regulación térmica; ciclo de nutrientes; y fuentes de agua.

 

Y.E.S. To Skills

Hacer cosas grandes con cosas pequeñas

El proyecto ENTAMA genera emprendedores locales en zonas rurales. La historia de Cristina Secades revela su amor por la tierra, que ha dado lugar a un negocio sostenible y premiado en Asturias. Y donde los mini kiwis son las estrellas

 

Cristina Secades, licenciada en ingeniería forestal y amante de la naturaleza, siempre tuvo en mente que, tarde o temprano, el campo acabaría siendo su oficina. Siempre estuvo convencida de que había que hacerlo de la forma más respetuosa posible con el medio ambiente. Las palabras que sus padres le dijeron de pequeña, hace muchos años, mientras recogían manzanas en el huerto, resonaron durante todo su crecimiento: "Sabes, Cris, si cuidas la tierra, ella cuidará de ti...".

Todavía trabajando por cuenta ajena, en 2016 decidió emprender el difícil camino de recuperar dos pequeñas explotaciones agrícolas familiares en Gijón. Sola, desde cero, con métodos tradicionales, con la ayuda de sus padres y sin ningún apoyo económico. "Empecé introduciendo animales, cultivando manzanas de mesa y mini kiwis ecológicos. A lo largo de este proceso, también he estudiado fruticultura y agricultura ecológica y he visitado plantaciones aquí y en el extranjero, manteniendo contacto con productores e investigadores de Portugal, Bélgica, Polonia, Inglaterra y Estados Unidos", explica Cristina Secades, fundadora y propietaria de Kiwín Bio.

En la actualidad, Kiwín Bio es una exitosa explotación ecológica de mini kiwis que ha ganado varios premios nacionales e internacionales por su innovación. "Aquí realmente buscamos y promovemos la sostenibilidad. Siempre digo que orgánico, ecológico, eco, como quieras llamarlo, es más que una certificación o una etiqueta. El concepto va más allá, tiene que ver con la agroecología, una forma de trabajar que abarca todo un sistema y tiene en cuenta todo el ciclo de vida de un producto, incluidos los aspectos sociales y medioambientales". La plantación se sustenta con sus propios recursos, utilizando el sol como fuente de energía.

Todo un sistema que, junto con los animales, completa el círculo de la vida para hacerla lo más sostenible posible. "Una filosofía de trabajo que defiende que otro tipo de agricultura es viable: digna, respetuosa con la naturaleza, 'por y para el pueblo'. Con el entusiasmo de quienes creen, ahora más que nunca, en la importancia de una alimentación sana". La tierra que tantas veces trabajó su bisabuela, donde su padre plantó manzanos hace más de 40 años y donde Cristina pasó tantos veranos con sus abuelos, es ahora este proyecto lleno de fuerza e ilusión, "un granito de arena para contribuir a la reactivación del campo asturiano y con el que aspiro a formar parte de la red de personas que apuestan por ofrecer los mejores alimentos desde el corazón".

A pesar de su pequeño tamaño, los mini kiwis contienen cinco veces más vitamina C que las naranjas. 100 gramos cubren casi el 90% de las necesidades diarias. De nombre científico ‘Actinidia arguta’, contienen más de 20 nutrientes esenciales y son también una de las mayores fuentes de luteína. Tienen propiedades antitumorales, antiinflamatorias, antidiabéticas y antidermatitis, un bajo índice glucémico y ayudan a proteger contra las enfermedades digestivas. Entama se creó en 2019 para impulsar la transición energética y promover el desarrollo y la reindustrialización de las comunidades locales apoyando proyectos en territorios donde EDP tiene centros de producción de energía o que están en riesgo de despoblación.

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Electricista y trans, con mucho orgullo

Denisha sufrido toda su vida prejuicios en el mercado laboral. EDP en Brasil le abrió la puerta a una carrera que le parecía prohibida. Ahora le toca a la sociedad hacer el resto.

 

Antes de incorporarse al programa de la Escuela de Electricistas para Personas Trans, Denis trabajaba en una empresa de telemarketing, el único sector que suele ofrecer trabajo a las personas trans y seguro médico. Pero este profesional brasileño, que nació en Bahía y llegó a São Paulo cuando solo tenía dos años, es ahora una persona más feliz, haciendo lo que realmente le gusta. "Este curso me hizo darme cuenta de lo importante que es la energía en la vida de las personas.

Nuestro instructor nos dijo que con cada servicio aprenderíamos y veríamos la alegría de la gente cuando resolviéramos el problema, y que al final no tendría precio. Ahora lo veo todos los días", confiesa Denis. Y como decía ese mismo instructor, "tú no eliges esta área, ella te elige a ti". "En mi vida personal, fue un gran regalo porque había perdido a mi madre y estaba un poco perdido", dice Denis. "Aparte de todo, es difícil conseguir trabajo siendo trans. No tenía expectativas en el mercado laboral y EDP me dio una vía para perseguir mis sueños".

Uno de los cambios inmediatos provocados por este programa fue que ahora puede ayudar a sus hermanas y recibir tratamiento médico para continuar su transición. Pero aún queda mucho por hacer en lo que respecta a la forma en que la sociedad, en este caso concreto la brasileña, mira a los grupos infrarrepresentados, especialmente a los transexuales. "Hay muchas mentiras en los medios de comunicación y eso confunde a la gente. Pero con la experiencia que estoy teniendo dentro de un espacio cisgénero, me doy cuenta de que también tenemos que entender que no todo el mundo nos respetará o querrá trabajar con nosotros. Pero no pasa nada, estamos aquí para aprender y evolucionar", sentencia.

Denis sigue enfrentándose a los prejuicios a diario, pero resta importancia a los ataques: "Lo importante es que persigas tus sueños sin tener que victimizarte ni atacar a otras personas, porque la gente mala es así porque no tiene nada más que ofrecer". Como dice el electricista, esta oportunidad es una forma de "demostrar que no importa si eres trans, gay o un ET; solo necesitamos una oportunidad para demostrar que podemos trabajar y ser grandes profesionales en cualquier campo". "EDP fue una empresa que se enfrentó al mundo para ayudar a gente como yo. Y eso inspira a otras empresas. EDP me dio la oportunidad y estoy creciendo y mejorando cada día", subraya Denis. "Soy un profesional y eso es lo que importa; me hace levantarme e ir a trabajar cada día con alegría, y hacer lo correcto"

 

Un nuevo futuro para Sines

Siguiendo su compromiso con la descarbonización, EDP ha decidido cerrar las puertas de la central de Sines (Portugal) tras 35 años de funcionamiento. Pero no hemos dejado a nadie atrás. Vanessa Lima nos cuenta cómo nació Futuro Ativo Sines.

 

La Oficina Local de Referencia Social (GLES) forma parte de uno de los frentes de trabajo del Proyecto Futuro Ativo Sines (FAS), promovido por EDP. A través del apoyo psicosocial y la formación laboral y profesional, pretende tener un impacto directo en la vida de los antiguos trabajadores de la central de Sines y sus familias.

Desde febrero de 2021, "el programa GLES ha prestado apoyo a más de 100 personas, abarcando diferentes áreas de asistencia, desde consultoría de oficina hasta apoyo psicológico y a través del fondo social", explica Vanessa Lima, antigua empleada de la Central y, desde febrero de 2021, colaboradora de GLES. "Es importante destacar que el impacto va más allá de los beneficiarios directos, extendiéndose a instituciones del municipio de Sines y Santiago do Cacém, beneficiando a un número aún mayor de personas", añade. Entre las historias de vida que ha presenciado, el aspecto social es el que más le ha impactado.

Un caso especialmente llamativo fue el de una madre víctima de violencia doméstica cuya independencia económica era crucial para garantizar un futuro seguro a sus hijos. "Gracias a la orientación profesional y a su determinación, pudo encontrar un empleo en Salud y Seguridad en el Trabajo, lo que abrió nuevos horizontes a su familia". Otro caso difícil fue el de un angoleño que no encontraba vivienda para su familia, que incluía a su mujer embarazada y a su hijo pequeño. La lucha por encontrar una solución habitacional refleja la actual crisis de la vivienda en la región, donde la escasez de viviendas asequibles es un reto importante. La persistencia y dedicación de GLES dieron como resultado la compra de una vivienda más asequible, lo que supuso un soplo de aire temporal hasta que surgieran mejores oportunidades. Participar en GLES y en el Proyecto FAS "no es tarea fácil", según Vanessa Lima.

Lidiar con las emociones y dificultades de sus antiguos compañeros de trabajo de la Central, así como con la angustia de quienes buscan ayuda, le ha planteado retos emocionales y prácticos. "A menudo terminaba de trabajar en la oficina y me iba a casa a pensar en cómo podía ayudar más y mejor. Como yo era la cara de GLES, a menudo me 'crucificaban' porque la gente no se daba cuenta de que parte de la ayuda que solicitaban superaba la capacidad de la oficina. Sin embargo, la mayoría de las veces podíamos prestar apoyo a quienes acudían a nosotros, y eso es muy gratificante".

Para Vanessa Lima, formar parte del GLES representa una oportunidad de continuar su implicación con la comunidad tras ocho años trabajando en la Central Térmica de Sines. "Fue una mezcla de emociones. Me entristeció ver cerrar la central y dejar atrás a la familia que habíamos formado allí, pero me alegró tener la oportunidad de seguir vinculada a la central y a la gente". Gratitud es lo que siente por formar parte de GLES. "No tengo palabras para agradecer a EDP que me diera la oportunidad de formar parte de FAS. A pesar de todas las dificultades y de ser el primer proyecto en este campo, ha sido reconocido en todo el mundo".

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