EDP y Macquarie Infrastructure and Real Assets han completado la operación de adquisición de Viesgo anunciada en julio, tras recibir las aprobaciones de la Comisión Europea y del Consejo de Ministros del Gobierno de España.

El acuerdo incluye activos de distribución eléctrica, 500 MW de generación renovable y dos centrales térmicas, que se encuentran en proceso de desmantelamiento y suman casi 1 GW de potenciales derechos de acceso a la red.

Con esta operación, EDP gestionará y consolidará los activos de distribución eléctrica de las tres distribuidoras Viesgo, Begasa y E-Redes, a través de una alianza con Macquarie Infrastructure and Real Assets, donde EDP mantendrá un 75,1% y Macquarie Super Core Infrastructure Fund un 24,9%. Entre las tres distribuidoras suman más de 52.000 kilómetros de redes y 1,3 millones de puntos de suministro.

En cuanto a los 500 MW de activos renovables, principalmente eólicos, EDP los ha integrado en su filial EDPR.

El consejero delegado de EDP España y presidente interino de EDPR, Rui Teixeira, ha subrayado: “Concluimos una operación estratégica para EDP, que contribuye a alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto para 2022, a través del crecimiento en energías renovables y en redes de distribución. Seguimos creando valor con nuestras inversiones, al mismo tiempo que reforzamos la apuesta por nuestros grandes clientes y los nuevos productos y servicios vinculados al autoconsumo y la movilidad eléctrica, como vectores que nos van a permitir acelerar la transición energética”.

Por su parte, Juan Caño, responsable de Macquarie Infrastructure and Real Assets en la península ibérica y miembro del Consejo de Administración de Viesgo, ha señalado: “Viesgo está enfocada en el futuro de la energía. A través de este acuerdo de largo plazo con EDP, garantizamos que este importante negocio continúe desarrollando su infraestructura de redes y suministre electricidad de forma segura, fiable y sostenible”.

La compra de los activos de Viesgo, por un valor de 2,7 mil millones de euros, contribuye a la consecución del Plan Estratégico del Grupo EDP 2019-2022, centrado en el crecimiento en energías renovables y en redes de distribución. Al mismo tiempo, refuerza la presencia de EDP en España y potencia el liderazgo de la compañía en la transición energética.