El proyecto de electrificación del pueblo de Titimane, en el norte de Mozambique, asume hoy la forma de compromiso en la reunión anual de la Clinton Global Initiative en Nueva York. Sin acceso a la red eléctrica del país, esta comunidad rural pasará a tener una red autónoma alimentada por energía renovable generada por paneles solares y central de biomasa a base de rastrojo de algodón cultivado por los pequeños agricultores de la región. La infraestructura se va a complementar con un programa de desarrollo destinado a acelerar el impacto del acceso a la energía en la mejora de la calidad de vida de los 4000 habitantes de Titimane. Este enfoque, integrado y sostenible, obtuvo el reconocimiento de la Fundación dirigida por el ex-presidente estadounidense Bill Clinton.

El proyecto de EDP, que nació de una asociación con el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (UNEP), también tiene otros socios locales (Grupo João Ferreira dos Santos, FUNAE y EDM), todos comprometidos con la promoción del desarrollo de las comunidades más desfavorecidas, creando condiciones para la electrificación a partir de las energías renovables. El Gobierno de Mozambique reconoce la importancia, la innovación y la naturaleza social del proyecto. En el mundo, existen cerca de mil millones de personas sin acceso a la energía. En Mozambique, esta realidad afecta al 70 % de la población. En Titimane, las linternas con baterías y algunos generadores de diesel son las únicas fuentes de energía disponibles.

Los trabajos de montaje de las centrales y de la red eléctrica, deberán empezar a finales del año. La finalización está prevista para el año 2017. Al mismo tiempo, las Organizaciones no Gubernamentales para el Desarrollo (ONGD) OIKOS y Laicos para el Desarrollo, con el apoyo de la Cooperación Portuguesa administrada por el Instituto Camões, avanzan con un conjunto de iniciativas para mejorar las condiciones de salud, educación, promoción de emprendedores, formación, conciencia ambiental y eficiencia energética. Un programa de desarrollo rural integrado que, al acelerar los efectos del acceso a la energía en la vida de la comunidad, asegurará indirectamente la sostenibilidad de la solución energética.

La infraestructura se entregará a una empresa que se creará con socios locales, futura concesionaria del servicio de suministro eléctrico. La electricidad se cobrará a los consumidores, según diferentes tarifas, con la intención de garantizar con este modelo de mercado, las condiciones de viabilidad para mantener y aumentar la capacidad de suministro de forma fiable y sostenible.

Para EDP, el proyecto consolida iniciativas ya desarrolladas en otros países, destacando la instalada en 2010 en el campo de refugiados de Kakuma, en Kenia. También, Titimane va a servir para probar la viabilidad comercial de este modelo integrado de electrificación de comunidades sin acceso previsible a las redes eléctricas nacionales, a corto y medio plazo.

Sobre Titimane: Titimane es una pequeña comunidad de 900 familias, a 1900 km al norte de Maputo, capital de Mozambique, La ciudad más cercana, Cuamba, está a media hora de distancia, accesible por un camino de tierra. La red eléctrica termina allí. No hay planes para extenderla hasta Titimane.

Dedicadas principalmente a la agricultura de subsistencia, las familias obtienen gran parte de sus ingresos del cultivo del algodón, cuya transformación está garantizada por la Sociedade Algodoeira do Niassa (Grupo JFS), socio del proyecto de electrificación. Titimane tiene una escuela, un centro de salud, una maternidad, una mezquita y una iglesia. Existen pequeños negocios y los teléfonos móviles ya llegaron allí. Un tercio de las familias tienen teléfono móvil. Los cargamentos se aseguran con ingeniosas soluciones. Se pueden ver algunos paneles solares y generadores. Hay, sobre todo, linternas a pilas que acompañan en todas las tareas, desde la casa hasta los terrenos agrícolas.

En poco tiempo, se encenderán las luces en todo el pueblo. La tarifa básica, calculada de manera que sea accesible para todas las familias, proporciona energía suficiente para dos bombillas y para cargar un teléfono móvil. Tendrá un coste de 100 meticales al mes. En cada familia, hay una media de cuatro hijos. Será la primera generación que crece con electricidad, generada a partir de recursos locales, renovables y limpios. Es un nuevo horizonte que se abre en Titimane.