En 2011, EDP obtuvo un nuevo aspecto. Una marca más humana, innovadora y sostenible. Con cuatro figuras geométricas que pueden desplegarse en siete formas principales, la imagen de EDP cuenta historias, atrae a las personas y acerca a los países.

Fueron seis meses intensos. Entre enero y julio de 2011, Marta Marques ha empleado horas en reuniones y trabajando horas extra en la antigua sede de la compañía en Marquês de Pombal. Renovar una marca no es una tarea fácil. «Fue un proceso muy desafiante, con objetivos concretos», recuerda.

Marta llegó a EDP Comercial en 2006. Cinco años después, fue invitada por el director de Marca y Comunicaciones, Paulo Campos Costa, para asumir uno de los proyectos de los que está más orgullosa. «Queríamos estandarizar internamente la imagen de la empresa y tener una única marca global, con un solo logotipo», explica.

Marta ha coordinado los diversos equipos en el campo, en lo que fue una operación logística a gran escala. Era necesario cambiar la flota de vehículos, las estaciones de servicios y construir fachadas del norte al sur del país.
Y luego, el 1 de julio de 2011, los principales edificios del Grupo en las principales ciudades portuguesas se despertaron con un nuevo aspecto y se ha presentado la nueva película animada del cambio de marca en Douro. «Fue un día memorable», recuerda Marta Marques.

Antes de eso, los gerentes de la marca EDP viajaron a Nueva York y presentaron el nuevo informe de la imagen del Grupo al equipo de Stefan Sagmeister, un creativo que es, en palabras de Marta, «uno de los mejores diseñadores de nuestra era». A pesar de la diferencia horaria de seis horas, el viaje de Portugal a los Estados Unidos ha pavimentado el camino para una asociación que cumplió plenamente las expectativas del equipo de EDP.

Stefan Sagmeister «era un diseñador disruptivo, pero que entendería la evolución pasada y futura de la marca», afirma Marta. Por otro lado, «una persona externa desconoce por completo la imagen de la compañía, no está sujeto a ninguna influencia y puede comenzar desde cero», dice Abdul Karim, otro gerente de Marca y Comunicación que, junto con Marta, estuvo involucrado en el cambio de marca de la empresa. «Queríamos a alguien que entendiera que la marca era independiente del país, el idioma y la cultura», ha resumido.

El 1 de julio, la nueva identidad de EDP se ha convertido en una sola para todas las empresas del Grupo en todo el mundo.

DP ya había tenido varios aspectos y había cambiado significativamente a lo largo de los años. «Pese a ser una entidad de origen portugués, es una empresa multinacional en constante crecimiento», dice Filipa Roquette, el tercer elemento del equipo de cambio de marca. Trabajando con EDP desde 2007, Filipa ha sentido que la «casa» necesitaba algo de orden. «Además de distinguirnos, tuvimos que cumplir con los objetivos, lograr el posicionamiento deseado y crear una marca unificadora para todas las ubicaciones», afirma.

Marta, Filipa y Abdul comenzaron resumiendo los valores de la compañía. Comenzaron por sintetizar los valores de la marca en tres palabras clave: Humana, Innovadora y Sostenible. Ha permanecido el rojo, un color cálido y candente. De parte de Stefan Seigmeister, recibieron siete logotipos, que se pueden usar de forma intercambiable, y cuatro formas geométricas: un círculo, un cuadrado, un triángulo y un semicírculo, que permiten innumerables combinaciones y composiciones.

Las cuatro formas anteriores se combinaron y se superpusieron para crear los 85 logotipos exclusivos de EDP. «Había una biblioteca con 100 iconos que se usaba como punto de referencia gráfico para todo. Era un mundo de posibilidades y opciones», dice Marta Marques.

Con posibilidades innumerables, la nueva identidad puede evolucionar junto con la propia marca EDP. «La marca es el objeto central, todo lo demás puede cambiar», explica Abdul. Al igual que la empresa. «El nombre EDP siempre está ahí, pero la evolución nunca se detiene», ha agregado.